LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

martes, 9 de octubre de 2012

Anabel, amazona inocente.

Hoy me he enterado y, al hacerlo, me he acordado de que ayer pensé en ti. Lo hice recordándote tal como eras hace treinta y tantos años, cuando tenías catorce y rezumabas inocencia ante mis ojos de joven profesor. Mirabas tímidamente. Reías tímidamente. Vivías tímidamente. Todos te juzgábamos una buena niña, aplicada, obediente, sensata y bonita. Así es como te recuerdo. Prefiero hacerlo así y no como me han ido contando después. Te subiste a un hermoso caballo y te paseaste gozosa sobre su poderosa grupa. Pero el caballo te tiró al suelo, con tan mala suerte que quedaste enganchada en las crines. El caballo siguió su trote demencial sin tener en cuenta que te arrastraba por el suelo. Mientras tu golpeabas contra el suelo, el barro, las piedras y la porquería, él continuaba su camino, matándote a ti y a los tuyos. Me han contado muchas cosas de ti y de las consecuencias que para los que te querían de verdad ha tenido el galope desenfrenado de tu atormentada existencia. Cuánto lamento, no tu muerte, sino tu triste vida. En tu caso, no sirvió de nada aquella actividad que hicimos en clase con la canción de Miguel Ríos que creo que se titulaba Un caballo llamado muerte y que decía... no montes ese caballo... Voy a buscarla ahora mismo y la volveré a escuchar en tu memoria. Espero que las lágrimas no me nublen la vista. Ya está, aquí está. No montes ese caballo, “pa” pasar de la verdad, mira que su nombre es muerte, y que te enganchará. Es imposible domarlo, desconoce la amistad, es un caballo en la sangre, que te reventará. Por el camino del caballo, tendrás un espejismo, cuando te creas más libre, es cuando más cogido estás. El torbellino del tiempo, del negocio y del poder, te empujan sobre unos cascos, hechos de sangre de hiel. Escucha mi voz hermano, desnuda está de moral, apéate del caballo, y empieza a caminar. Escapa a la pesadilla, del sello sin voluntad, no dejes que te arrastre, echa tu cuerpo a andar. De pie en la vida, sin mirar nunca atrás, solo luchando, te escapas del infierno, para tocar la libertad.