LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

jueves, 1 de octubre de 2015

La Grecia de los sesentones

Lo que sigue son algunas de las notas que he ido tomando durante el viaje, no trato de ser exhaustivo pero me parece conveniente dejar constancia de estas fotos escritas. Espero que cuando vuelva a releer esto, me haga evocar lo ocurrido entre los días 21 y 28 de septiembre de 2015. Curiosamente las fechas posteriores a las elecciones parlamentarias griega y catalana. -------- Hemos comenzado el viaje a la Grecia clásica con bastante buen pie. Sin ningún contratiempo en las ceremonias del aeropuerto: facturación, embarque, hora de salida... Varios pensamientos positivos me rondan la cabeza: 1.- mi estado de ánimo es positivo. Cosa que no ocurre siempre que salgo de mis rutinas. 2.- Percibo una diferencia sustancial en la forma de afrontar un viaje de estas características. No estoy, en absoluto estresado ni nervioso y puedo hacer las cosas con tranquilidad. Debe ser porque la experiencia acumulada me lo permite. 3.- Quiero hacer las cosas bien, sobre todo con Maribel. No debo darle el viaje... El propósito principal es el de "portarme bien" en todos los aspectos: La única cosa que me preocupa un poco son Isabel y Gofy. Confío en que todo va a ir bien, pero me queda un puntito de preocupación. Espero que se me pase a medida que vaya teniendo información... Algunos hechos relevantes del viaje: 1:- "La Mila" se ha manchado con la leche porque al abrir el envase, le ha salido un chorretón. Jesusín ha comentado que parecía como los de las pelis porno. 2.- El griego, como lengua, es ininteligible a la primera. No se entiende "ná de ná". 3.- Estamos teniendo suerte: hasta el niño de la fila de atrás se está portando bien. ---------- La lluvia nos ha dado la tregua suficiente para poder salir del claustro hotelero y que nos llamen la atención: la abundancia de mármol por aceras y fachadas; los kioscos callejeros y el relevo de la guardia en el Parlamento, sito en la nombradísima plaza Sintagma. Ni rastro de protestas ni resaca postelectoral. La cocina griega que probamos, a base de ensaladas y giro de pollo y cerdo, está dentro de lo que nos puede gustar a los paletos de Madrid. La habitación de JÁCIN y Pedro resulta demasiado ruidosa para los nervios de PEDRITO... veremos el desenlace. -------- Lo de la habitación de Pedro terminó bien, con cambio a otra y punto. Panorámica de Atenas, con templo de Zeus, Estadio olímpico y parlamento dio paso a que la guía, una cultísima señora, algo pesada por exceso de didáctica, nos explicase muy requetebién las cosas de la acrópolis y que Pablo de Tarso le mola cantidad. Unas reflexiones sobre lo que tienen en común todas las religiones: manipulación de las buenas intenciones e ignorancia de las gentes. Da igual un solo dios con multitud de santos y vírgenes que multitud de dioses. Por la tarde, en el ágora de los griegos, nos enteramos que stoa equivale a pórtico y que cumplía la función de los soportales de las ciudades europeas: el mercadeo, Mucho cansancio acumulado y algo de zarandeo me hicieron encontrarme a disgusto, pero sin llegar a ponerme borde. Menos mal. El vino que vamos probando, no está mal." La cerveza local Mythos o Alpha no están tampoco tan mal, aunque no son cinco estrellas. Ensaladas, quesos, aceitunas, pollo, verduras, frutos secos, salsas con yogurt... Je t´aime mais non plus, la canción, claro, sorprendió a Pedro y nos lo hizo notar. -------- No sé cuál es la razón, pero no encuentro lo que escribí sobre el canal de Corinto, el teatro de Epidauro y el sitio arqueológico de Micenas. Da igual: ahora me lo invento. El canal es una cosa sin mucha gracia. 6,3 Km. de largo por 21 m. de ancho por 8 m. de profundidad, que rompe el istmo de Corinto que une la Grecia central con la península del Peloponeso y así evita a barcos de menor calado la vuelta de 400 Km de rodeo para pasar del mar Jónico al Egeo y viceversa. Por su parte, el teatro de Epidauro, que es un lugar del Peloponeso, es el mejor teatro conservado. De gran capacidad y con una acústica excepcional, debida a sus tres centros acústicos, que le hacen recibir el sonido perfectamente en cualquier lugar de las gradas. Todas en piedra y con respaldo en la primera fila. Micenas es otra cosa. Lo colosal de las murallas, con su portalón de las leonas, su acrópolis, bastante desnudas... nos hablan de cosas que ocurrieron en la prehistoria, sobre el siglo 17 A. C. en adelante. ¡Casi "na"! Lo más sorprendente, para mí, fue El Tesoro de los Atreos. Antes se referían a este lugar como la tumba de Agamenón, pero ahora parece que no es correcto hacerlo así. Se trata de un monumento que acoge los enterramientos de los principales y los tesoros de estos muertos. Dos cámaras: la principal, esférica de unos 12 m. de diámetro y otra secundaria, con acceso por la primera. Ambas bajo tierra, pero con acceso por un corredor, practicable cuando se iba a enterrar y tapado con tierra para ocultar de la vista todo el conjunto en los momentos en que no fuese necesaria su utilización. ------- La carrera del brazo de Jacin en el estadio olímpico de Olimpia, claro, hizo que me sintiera como los atletas de la antigüedad, pero eso sí, vestido. Lo del espíritu olímpico no lo veo, no lo veo. Estoy seguro que es una idealización de nuestros tiempos. Habida cuenta de los relatos de algunas atrocidades que se cometían en nombre de la representación que les otorgaban las ciudades a sus atletas. La fama es un premio gordo que seguro que lleva aparejadas prebendas añadidas. El museo de Olimpia merece la pena y el paseo por el sitio arqueológico también. --------- El estadio olímpico de delphos no es tan grande como el de Olimpia; el teatro de Delfos no está tan bien conservado como el de Epidauro; El museo de Delfos no tiene tanta historia conservada como el museo nacional de arqueología de Atenas; pero allí se respira y se come bastante mejor que en otras partes de las que hemos visitado. Tres máximas filosóficas griegas: - 1. No espero nada, no temo nada... soy libre. - 2. "Una cosa sé: que no sé nada." - 3. "Conócete a ti mismo." El agua del monte Parnaso es buena para beber, pero, aún así, la Mila ha pillado algo que le ha producido descomposición. Todo ello no se puede comparar con la satisfacción de haber sabido que a Isa le han dado una plaza de jornada completa, para todo el curso en El Escorial. ¡Hurra! Sigo cumpliendo, creo que con buena nota, el propósito de portarme bien. Aunque sea a costa de no pensar y someterme al criterio de los demás, sobre todo, del de Maribel. Creo que aquella recomendación que me hicieron en mis primeros contactos con las ayudas de la ONCE. De que se lo pusiese fácil a las personas que iban a tener que ayudarme, sería ponerlo también fácil para mí, fue un acertadísimo consejo. --------- El viaje a Meteora desde Delfos fue bastante pesado, pero no tanto como el de Meteora hasta Atenas. La parada en las Termopilas fue para constatar que el paso del tiempo, con sus vientos, lluvias, terremotos y demás acontecimientos rutinarios, han destruido lo que fue un desfiladero. La puntilla al tópico peliculero se la da un tendido eléctrico que fastidia las fotos, se tomen desde donde se tomen. Los monasterios tienen el encanto de lo absurdamente lógico. No hay cosa más tonta que las mujeres tengan que guardar unas anacrónicas normas de honestidad a base de colocarse unas sayas "postizas". Es el paisaje lo que resulta atractivo. La anécdota de las cestas suspendidas de una cuerda sobre el precipicio, al estilo de la película de tarzán y el señor que va apagando las velas para que otros las puedan encender y aumentar así la recaudación para unos y las posibilidades de salvación eterna para otros hacen que haya a que agarrarse para considerar que ha merecido la pena el esfuerzo, los madrugones y demás inconvenientes del viaje. Al final del viaje se nos informó, por parte de Gogó, que habíamos recorrido un total de 1350 Km. por aquellas carreteras y con esa manera de conducir que permite adelantar donde el código no lo permite. Nos despedimos de la pareja de Lérida (ella con patología en la vista y él con modos de cheli poli adicto) y de los demás viajeros de otros hoteles. El madrugón, el cansancio acumulado y la desinformación inicial de como iba a funcionar lo del crucero, estuvieron a punto de hacerme salir por los cerros de Úbeda. Menos mal que me contuve. Si no, suspendo la asignatura en que me matriculé al aceptar hacer este viaje. El crucero, en sí, es un pestiñazo. Son demasiadas horas de no hacer nada, somnoliento y con excesivo ruido. Los paseítos por Hydra, islita volcánica para tomarse una cerveza tranquilos, Poros, donde tampoco venden gorros de mi talla y Aegina, pateando la feria del pistacho en busca del pistachero, estuvieron bien. Pero lo más agradable fue, sin duda, la música en directo del folclore griego. La vuelta después del madrugón, sin sobresaltos nos devolvió a la confortable rutina hogareña. Sin duda, uno de los placeres de viajar es volver a casa. Algunas conclusiones: - Aunque no somos los mismos que hace casi cincuenta años, somos parecidos. - Creo sinceramente que la convivencia se ha salvado. - Maribel y yo hemos aprobado la asignatura con nota. - Isabel y Gofy, también. Menos mal que no hemos cometido el error de hacer pasar por esto al bueno de Gofy. - Alojamientos adecuados. - El yogurt griego con miel, nueces y pasas de Corinto de gran nivel, al igual que las aceitunas y el dulce de pistachos. - Los madrugones y los desplazamientos largos, llevaderos. - La Grecia clásica es recomendable, sobre todo en otoño.