LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

martes, 31 de marzo de 2015

Hasta la vista, Cari. Hola Álvaro

Parece mentira, pero ya hace 14 meses que escribía una entrada de despedida, de duelo apenas iniciado, de reconocimiento a ti, Cari. La acababa con estas palabras: “…Lo dejo aquí y, cuando me sosiegue, podré volver a recordarte con serenidad y te rendiré homenaje de reconocimiento a tu amistad. ¡Adiós, Cari!” Pues bien, ya he sosegado y, ahora me vuelve a la cabeza la deuda que con estas palabras contraje contigo. La causa ha sido el nacimiento de tu nieto, Álvaro. Cuando falleciste, tenías la ilusión de ser abuela y, mira por donde, te ahorraste el disgusto de que no llegase aquello a feliz término. Sé que no puede ser, que la vida es como es. Pero la felicidad de tu marido y tu hija te llegará de alguna manera. Cari, la vida sigue. Su ciclo inexorable se renueva permanentemente. Siempre ha sido así y así seguirá siendo. Nosotros somos y después ya no somos. Pero estamos siempre. Tú sigues estando en el recuerdo de las personas que te conocimos y compartimos, con agrado, parte de nuestras vidas contigo. Fuiste una buena persona y así te recuerdo. Sigues en mi cabeza y en la de los que te tratamos. Gracias a Álvaro por haber refrescado la memoria y la vida. Enhorabuena a sus padres y que no se deshidrate el abuelo Pepe, el murciano a causa de la abundante secreción de babas, que ya se le nota. Descansa en paz y larga y dichosa vida para tu nieto. Hasta la vista.

lunes, 30 de marzo de 2015

Madrecita del alma querida

“Madrecita del alma querida. En mi pecho yo llevo una flor. No me importa el color que ella tenga. Porque, al fin, tu eres madre la flor.” Así es como yo recuerdo la letra de la canción que a ti tanto te gusta que te cante. Tengo que felicitarte por resistir entre nosotros los noventa y dos años últimos. Tengo que reprocharte no haberlo hecho sin envejecer. Por lo menos, sin que te lo haya notado yo tan de golpe. Viéndote ocuparte de todo y de todos, he llegado a pensar que esto sería siempre así… Yo he procurado mantenerte, lo más posible, al margen de mis cuitas y esto me había proporcionado el consuelo necesario para sentirme bien en mi relación contigo. Pero ahora, me da rabia no ser capaz de sobreponerme al duelo anticipado que te vengo haciendo. Perdóname lo injusto que es, pero me pasa. Y lo siento mucho. Ahora que no me escuchas, te estoy contando una pena del alma. Espero poder terminar sin que las lágrimas que se me ponen en la garganta, me impidan hacerlo. No quiero que tú lo sepas. Tampoco quiero que nadie te lo diga ni siquiera que intente consolarme. Es mi pena y quiero sacarla a pasear fuera de mi pecho para que tarde un poco más en ahogarme. No te veo, madre. Solo te oigo respirar dificultosamente, moverte con torpeza, repetir insistentemente que no entiendes lo que se te dice. Cuando estamos a solas, me mantengo alerta, tenso, sufriendo antes de tiempo que ya no me contestes más cuando te llame a voces: ¡Madreeeee! Y es que cuando no se percibe nada, la mente percibe lo que presupone que está ocurriendo. Me pregunto por qué, en lugar de esto, no me imagino tus ojillos vivarachos escrutando todo, tratando de controlar todo. En fin que soy un cobardita desde chiquitín. Ya es sabido. El otro día leí una frase que decía algo así: …”los cobardes agonizan mil veces antes de morir. Los valientes mueren sin enterarse”. Yo creo que ya he agonizado más de mil veces y, en el tema que me ocupa, unas novecientas… Ahora estoy cantando bajito, para adentro, tengo metida en la cabeza la cancioncilla de marras. Cantar. Cantar y cantar, pensando en ti… ¿Será que al cantarte y notar que te gusta, se me alivia el pecho? Estar junto a ti. Cogerte la mano. Darte besitos y cantar bien alto, para que lo oigan todos. Esto si puedo hacerlo y lo voy a hacer. Parece que me empieza a aflojar la presión en el pecho. Lo dicho Madrecita del alma querida: ¡Muchas felicidades!

domingo, 29 de marzo de 2015

Como adelgazar con la "dieta Gufy"

No quiero convertir este blog en un diario de las cosas que hacemos juntos. Más bien se trata de contaros las experiencias, sensaciones, emociones… que experimento con motivo de mi “relación” con Gufy. Hoy vengo a contaros que, tanto Gufy como yo, hemos adelgazado desde que nos conocemos. De esto ya hace un poco más de dos meses y, en este tiempo Yo me he derretido unos seis kilillos y Gufy se ha dejado por los caminos de Algete un kilo más o menos. Todo ha sido gracias a la dieta Gufy, que no consiste en otra cosa que hacer bastante ejercicio y no ser dueño de la cantidad y calidad de alimentos que se ingieren. Hace falta un tutor dispuesto, conocedor del método y estricto, muy estricto. Mi tutor es Maribel y el de Gufy, soy yo. Así todo marcha. Según las tablas humanas y perrunas al uso, yo aún tengo sobrepeso y Gufy está dentro de los límites normales. He pensado que cuando demos las caminatas, llevaré a cuestas al perrillo y así el mantendrá su peso y yo perderé algo más… Por cierto, Maribel también ha perdido algo de peso. Pero ella no sigue nuestra dieta. No, ella tiene conocimiento y no es una glotona insaciable como nosotros. Cosas de la vida y tal…

viernes, 20 de marzo de 2015

Amigotes.

En el proceso de adaptación a la ceguera, uno de los momentos importantes es el de comprender y aceptar que no se puede hacer todo como si se pudiese ver. Esto no quiere decir que no se pueda hacer nada, ni tampoco que se pueda hacer todo. Las limitaciones que conlleva la pérdida de la visión obligarán a hacer casi todo de forma distinta y, desgraciadamente, a no poder hacer algunas cosas que antes se hacían. Esto no quiere decir que haya que renunciar a descubrir la forma en la que realizar, de otra manera, algunas de las que éramos capaces antes. Y adquirir otras habilidades y destrezas desconocidas hasta el momento. Es tan peligroso para una buena rehabilitación el pensar que ya no se podrá hacer nada, como creerse que se es capaz de todo. Lo primero, porque nos sumirá en una postración y lo segundo nos puede conducir a la frustración de no conseguirlo todo pronto y bien. El consejo es pensar que se puede conseguir casi todo, pero que no será nada fácil hacerlo. Yo, como es la primera vez que me quedo ciego (je, je, je,), lo estoy descubriendo con sudor, empeño y lágrimas... Pero también con satisfacción por los logros, Cuando empiezas a relacionarte con otras personas ciegas, tiendes a hacer lo mismo que las personas videntes que consideran hazañas todo lo que ven hacer a un ciego. Son gente superdotada con poderes, que les permiten, por arte de magia, realizar proezas sólo a ellas reservadas,.. Y tú, pobre ciego novato, no llegas ni a la suela de sus zapatos, Cuando vas conociendo más de este mundo y de sus habitantes, te vas dando cuenta de que hay muchas cosas que tu también puedes hacer y que esas dificultades que tú encuentras, también las sufren los demás. El compartir experiencias, maneras de hacer, estrategias, consejos y tener experiencias y aventuras en grupo de ciegos me ha hecho aterrizar en este aeropuerto con mayor confort que hacerlo aisladamente, o sólo con la ayuda de técnicos videntes. Comprender que tus dificultades son las dificultades de casi todos te pone en tu sitio, ni más arriba, ni más abajo. En tu sitio. Y será desde tu sitio, con tus capacidades, tu personalidad, tu esfuerzo y con la ayuda de los demás, como podrás entender tu destino Que no es otro que el que anuncia la canción: "Una piedra en el camino, me enseñó que mi destino era rodar y rodar, Rodar y rodar. Rodar y rodar. Pues nada, amigos, toca aprender a rodar y rodar. Otra de las dificultades a las que hay que acostumbrarse y superar es la de convivir con personas que, desconociendo tus capacidades, pretenden ayudarte, con buena voluntad, pero demasiado torpemente o con comentarios “piadosos” que te pueden producir un malestar emocional que, en ocasiones, es difícil controlar. El reciclado emocional es otra de las cosas que se aprenden compartiendo con personas que tienen tus mismas experiencias. Este aprendizaje, esta rehabilitación debe ser permanente a lo largo de la vida. También para los que ven. Este es mi pequeño homenaje a mis maestros y maestras ciegos Mejor dicho, a mis amigotes ciegos. Entre ellos y ellas me encuentro muy, pero que muy adustito. En otra ocasión rendiré el homenaje que también se merecen mis otros amigotes, entre los que también me encuentro adustito.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Carta abierta a la familia educadora de Gofy.

Estimada familia, mamá. Papá, niños. Quiero hacer público aquí mi agradecimiento por vuestra noble acción de hacer el sacrificio de educar en vuestra casa al que hoy es mi acompañante permanente. No me cabe duda de que él os ha reportado momentos de alegría y disfrute, junto con otros de preocupación y disgusto. Probablemente. El mayor disgusto fue el de tener que separarlo de vuestras vidas. Espero que uno de los de mayor alegría sea este de saber que él ya está desempeñando su trabajo conmigo. Con vosotros se ha criado, educado, estudiado la primaria y el bachillerato. En la FOPG ha hecho sus estudios universitarios y conmigo se ha graduado como perro guía. Ahora los dos juntos estamos haciendo el master que nos permitirá ejercer en el futuro. Vamos bien, con los apuros de un principiante conductor de un perro guía adolescente. Ya hacemos “grandes cosas” juntos: los recorridos habituales por mi pueblo, los traslados en autobús y metro, las actividades deportivas y sociales, la asistencia a la universidad… Y lo mejor de todo es que vamos mejorando ambos. También tengo que deciros que sin vuestra labor y sacrificio, esto no sería posible. Me hubiese gustado proclamar en el blog vuestros nombres para que todo el mundo se enterase, pero la prudencia me ha hecho reprimirme. Muchas, muchas gracias de mi parte y un enloquecido raboteo de parte suya.

lunes, 16 de marzo de 2015

Eli.

Ya os he hablado aquí de otras personas, todas diferentes, pero que tienen en común algo importante para mí: me caen bien, y me han hecho o me hacen bien. Pues eso, Eli es de esas personas que aúnan profesionalidad y rigor con entusiasmo y preocupación. Percibo de ella que se preocupa por hacer bien su trabajo y que esto le causa cierta tensión que no le impide mostrarse segura y hasta autoritaria. Aplica ciertos principios del entrenamiento canino al entrenamiento de las personas y, eso a mí me hace bien, muy bien… Yo, por mi forma de ser, necesito seguridad. La seguridad que dan las normas, las instrucciones… Y eso lo sabe hacer bien Eli. Yo también necesito que se me escuche y eso lo hace Eli de maravilla. Escucha de forma activa y es capaz de separar lo importante de tu discurso de lo accesorio en ese momento. Te escucha pero es firme en su plan. Firmeza no exenta de flexibilidad. Vamos, una joya de profesional. Pero es cuando se permite dejar traslucir algo de su interior como persona cuando brilla aún más, si cabe. Es considerada y atenta con los sentimientos de las personas y con sus necesidades. No quiero dar detalles porque podría desvelar datos personales de otros y esto no le gustaría a ella. Creedme que lo percibo así y estoy seguro de que es así. Eli, quedas añadida a la lista de mis benefactores y cuentas con mi estima para lo que quieras. Gracias, Eli.

domingo, 15 de marzo de 2015

Parece que esto va funcionandoParece que esto va funcionandoParece que esto va funcionando

Que conste que me da miedo decirlo por eso de la superstición de que si hablas de lo bien que va algo, puede torcerse el asunto. Fuera miedos y vamos a contar sensaciones… Mis sensaciones y, espero que las de Gufy, son buenas. Dicen que esto marcha. Llevamos ocho semanas juntos, pegados, chocando, discutiendo, cuidándonos mutuamente y sólo tres días seguidos pensando que esto marcha. Creo que Gufy sigue creyendo que le ha tocado el tonto de pareja y yo, sospecho que, de vez en cuando me toma el pelo. Pero ya vamos más seguros el uno con el otro y hay ratos que percibo que él va a gusto trabajando para mi y, en esos mismos ratos, yo me encuentro en la gloria. Hacemos prácticamente todos los recorridos habituales que yo hacía con mi bastón y eso me aporta tranquilidad. Incluso, hemos callejeado explorando caminos desconocidos para ambos. Eso me aporta ilusión Todo ha mejorado a partir de un par de correcciones que me ha hecho mi instructora favorita. Ya os hablaré de ella en un post especial... Creo que los dos somos capaces de comportarnos como una unidad. Lo dicho, esto va funcionando. No tengo palabras para agradecer la dedicación y paciencia infinitas de Mi querida Maribel. (La presentación de Gufy está en: http://lavidasinprisa.blogspot.com.es/2015/03/lo-primero-las-presentaciones-este-es.html )

viernes, 13 de marzo de 2015

Estrés.

Yo conozco bien el estrés, bueno, mejor dicho: yo conozco bien mi estrés. Esa sensación de estar siempre alerta, siempre con alguna sustancia extra recorriendo las venas e inundando el cerebro. Creyéndote listo y consciente, pero estando susceptible y percibiendo erróneamente la realidad. Perder el apetito y peso sin proponértelo. Dormir lo justito y con ayuda. Lo conozco bien: me ha visitado intensamente varias veces a lo largo de mi vida. Ahora voy notando como me va aflojando la intensidad y me va entrando esa flojera tonta y hasta ganas de comer. Adiós viejo conocido, hasta la próxima.

martes, 10 de marzo de 2015

Sexagenario

Desde hoy, eso es lo que soy. No se si es políticamente correcto expresarlo así o sería mejor decir que soy una persona que ha cumplido los sesenta. Me siento bien, algo raro, pero bien. Como si eso de cumplir años no hubiese ido conmigo hasta ahora. Pero es así: me siento raro. Y digo yo que esto está bien porque “raro es el que va al cielo”. Por lo tanto, aquí nos veremos. Porque, para que lo sepáis, yo ya estoy aquí esperándoos…

lunes, 9 de marzo de 2015

Lo primero, las presentaciones. Este es Gufy

Hace más de un año que no me animo a escribir en el blog. No es por no tener nada que contar. Es por no saber como hacerlo. Vamos a ello. Desde el 19 de enero de 2015, convivimos en casa con un nuevo miembro de la familia: se trata de Gufy, un perro labrador retriever de color amarillo y de dos años de edad que se ha graduado recientemente como perro guía por la Escuela de la Fundación ONCE del Perro Guía. ¡Ahí es nada! Ahora nos encontramos los tres, Maribel, Gufy y yo, en eso que llaman proceso de adaptación y acoplamiento. Al fuerte estrés del primer mes, ha seguido el tiempo de ir percibiendo los avances en la constitución de lo que llaman el binomio perro guía – usuario. Lo cierto es que Gufy nos lo ha puesto muy fácil en lo referente a la convivencia doméstica, porque se trata de un ser educado con esmero. – Tendríais que ver con la precaución que se mueve cuando la abuela Juana deambula por la casa o el jardín. A Gufy le gusta comer hierba, se diría que en una vida anterior fue vaca u oveja. Hablando de ovejas, os tengo que decir que se pirra por las bolitas esas que van regando por los caminos. También le encantan las relaciones sociales con otros perros y les presta atención aunque los vea a cien metros de distancia. Los olores de las esquinas, setos, farolas, árboles y demás lugares que suelen marcar los de su especie, son para él, un fuerte atractivo. Pero lo que voy notando, cada día un poco más, es que le gusta que yo le alabe lo bien que hace su trabajo para mi seguridad en los desplazamientos. Notar como se alegra por mis alabanzas y caricias después de haber superado un tramo difícil de acera, con sus farolas, señales, papeleras, bancos, coches que invaden un espacio que no les corresponde, agujeros en la calzada mal tapados con un trozo de tabla, estrecheces y gente parada en grupos y tecleando en el móvil… Por eso, por el estrés que le supone y que acepta, cada día con más soltura y porque cuando vamos a salir a la calle se me planta delante para que le ponga el arnés de trabajo. Por ello y por más cosas, yo le cuido lo mejor que me han enseñado en todas sus necesidades de alimentación, salud, emocionales, de juego, de cariño y reconocimiento. Estoy orgulloso de los tres: Maribel, Gufy y yo mismo y muy agradecido a gufy y eternamente agradecido y enamorado de Maribel, que encima sufre cuando intuye que yo estoy pasándolo mal. Continuará.