LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

domingo, 25 de junio de 2017

Carlina.

Se despidió de nosotros poco a poco, pero muy deprisa. Desde que falleció Francisco, parecía haberse quedado sin su ocupación principal y sin su apoyo más firme. Ni los cuidados solícitos de sus hijos, ni el refuerzo social de vecinos, amigos y familiares, sirvieron de freno a su paulatino y constante deterioro. La vida continuó inexorable hacia su lógico final: la extinción. Yo, que intuía, como todos, lo que estaba ocurriendo, opté por despedirme de ella hace algún tiempo, cuando aún parecía reconocerme y sonreírme de esa manera especial con la que me trataba. Desde siempre, pero más, si cabe, desde que ando bastoneando por la vida. Me despedí en silencio tomándole la mano y apretándosela sin que me devolviese ningún gesto. Esto me apenó mucho porque, como en tantas ocasiones, no atinas a agradecer a las personas buenas el bien que te hacen. Y es que Carlina ha sido una persona buena que me ha hecho mucho bien. Ahora me toca reconocer mi deuda y pagarla haciendo explícito lo siguiente: Además de otras muchas cosas de mérito, que no voy a enumerar aquí, Carlina, de manera muy generosa se ocupó de cuidar y visitar a Genoveva, tratándola siempre con respeto y solicitud, a pesar de las incomodidades que le pudiera ocasionar. Más allá incluso de lo que un buen hijo viene obligado para con sus padres. Ese “Hola, primo” que me dedicaba cada vez que me veía y que acompañaba con besos y ternura en la mirada, me conmovían profundamente y me hacían querer visitarla y obsequiarla y devolverme la fe en las personas, que otros se encargaban de quitarme. Me hacía tener buenos sentimientos y me hacía sentir como si yo fuese buena persona. Lo mejor que te puede hacer alguien es esto: hacerte sentir buena persona. Gracias, Carlina. Muchas gracias y, hasta la vista.