LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

martes, 31 de julio de 2012

El camino de Pueblica

fNo hace demasiado, unos cuatro veranos, nos regalaron los señores de la Diputación Provincial con el asfaltado del camino que, ahora sí, une Friera con Pueblica.
Este camino es hoy como el paseo marítimo de las localidades costeras. De buena mañana, antes que el sol apriete, los paseantes disfrutan de un lugar donde hacer caso a las recomendaciones de sus médicos:
“...Ya sabe usted, un paseíto por la mañana y otro por la tarde.”
Para mí, además de ser el último reducto de mis paseos en bici en solitario, se convirtió en el escenario de los primeros pinitos en paseos campestres con bastón y, … en solitario.
Una proeza que acababa siempre en la entrada al pueblo, donde daba media vuelta y regresaba a Friera. Entre ida y vuelta diez kilómetros de bastonazos por las cunetas.

Me rondaba desde principio de este verano la idea de ampliar la proeza llegando hasta el bar de Furones, pero no me atrevía porque me daba algo así como pereza el tener que ir dando explicaciones de por qué iba solo. Qué, tal como parecía, no veo nada. Que no es por azúcar ni por cataratas. Que hoy Maribel no viene y que…
Pero hoy se ha presentado la ocasión y he puesto en práctica el proyecto.
Todo ha ido bien hasta que casi llegando, he tenido una duda sobre dónde me encontraba exactamente. Tras desandar algunos pasos para obtener información que me permitiese retomar el camino, he escuchado unos pasos y…
- Oiga,¿voy bien por aquí para llegar al bar?
- Usted no es de aquí, ¿verdad?
- No señor, vengo de Friera.
- Pero,¿viene usted solo?
- Ya ve usted. ¿Voy bien por aquí?
- Venga conmigo que yo le acompaño. ¿Y de que familia es usted?
- Estoy casado con la hija pequeña de José Ruiz, Gasparolo. ¿Lo conocía usted¿
- Sí, claro. Era de familia rica ¿?
- …
- Y, ¿de qué es lo de la vista?
- …
- Pues a mí me han operado de un cáncer de colon. Cada uno tiene lo suyo, ¿verdad?
- ¿Tenga cuidado con el escalón. Ahí tiene el bar.
Toda la conversación la mantuvimos mientras el buen señor me daba empujoncitos y yo trataba de agarrarle el brazo.
Al entrar en el bar, Furones, padre, se hizo cargo de mí. Y, tras las explicaciones de rigor de por qué hoy iba solo, no me dejó pagar el café y se ofreció a encaminarme de vuelta.
Al despedirme me preguntó si llevaba teléfono y me ofreció su número por si necesitaba algo por el camino.
Total, que mi gozo de encontrar el camino solo quedó en el pozo de la solicitud y buenos sentimientos de estas buenas gentes que siempre encuentro a mi paso.
En el camino de regreso, me tocó volver a dar explicaciones a otros dos paisanos: Clodomiro, del que ya os he hablado y el pastor “Poldo” que me volvió a contar la historia del ciego de Faramontanos, que reconocía el camino mejor que los que veían y que sabía dónde estaba el cruce de las calles porque notaba el aire en la cara.
A todas estas, después de dos horas y media y once kilómetros después, un solo coche se cruzó en todo el camino.
Lo dicho, una bendición este camino de Pueblica asfaltado por los señores de la Diputación Provincial. Esa misma Diputación que yo, sin mucho conocimiento de causa, vengo diciendo que no sirve para nada.

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