LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

martes, 21 de agosto de 2012

El orégano, lo peor para las estanterías....

Es sabido que, cuando queremos poner una excusa, la ponemos. Si, además, nos importa más bien poco nuestra buena fama y mucho menos nuestro interlocutor, la excusa puede resultar hasta ofensiva para la inteligencia de quien la tiene que escuchar. En cierta ocasión, al terminar la chapuza que estaba haciendo un carpintero de los de batalla en casa de una buena señora que le había llamado para arreglar una puerta que no encajaba bien, de mala gana, recibió la solicitud de uno de esos “poyaques” que se suelen producir: - Pues ya que está usted aquí, podría … ponerme una estantería en la cocina para colocar los tarros de las especies…. El “profesional” después de evaluar brevemente la situación, comprendió que no había cobrado todavía y accedió, con el correspondiente fastidio y mala gana. - Claro, señora… Cuatro martillazos después y el consabido “niño recoge la herramienta mientras le preparo la factura a la señora” Tente mientras cobro. -Adiós y hasta la vista. La señora, contenta con la estantería, le pasó un paño y colocó sobre la flamante adquisición un botecito y… la estantería al suelo. La buena mujer tuvo el reflejo de asomarse a la ventana y vocear: -Oiga, suba que se me ha caído la estantería. Más fastidiado que antes, porque le estaban esperando los colegas para chiquitear, subió las escaleras maldiciendo su mala suerte. La señora le explicó lo que había ocurrido y, tras volver a evaluar la situación, le preguntó: ¿Y de que dice usted que era el botecito de especies? -De orégano. -Vaya por Dios, ¿y usted no sabe que el orégano es lo peor que hay para las estanterías? Ahora le va a costar más cara la reparación que lo que le he cobrado por hacerla. Pero, si usted quiere, con un martillo, lo puede arreglar que yo ahora no puedo porque he quedado con otro cliente. Seguro que historias parecidas nos han ocurrido a todos, pero yo lo cuento aquí porque a mí me ha ocurrido estos días algo parecido. Si tengo ganas, ya os lo contaré otro día, porque ahora, me están esperando para irme de cañas por malasaña.

martes, 14 de agosto de 2012

EL DESCENSO DEL SELLA:

Este año, el del fin del mundo para algunos, el de la crisis gorda para otros, o simplemente 2012 es el año del descenso del Sella.
Efectivamente, he descendido por el Sella en canoa.
No puedo decir que haya sido una experiencia extraordinaria ni que me sienta especialmente orgulloso de mí mismo por haberlo hecho. Pero sí que puedo decir que ha sido una magnífica ocasión de volver a comprobar que estoy rodeado de muchas personas que dedican parte, algunas mucha parte, de su tiempo en compartirlo conmigo, en estar conmigo, en procurarme bienestar.
Medalla de oro para ellos.

domingo, 5 de agosto de 2012

Haciendo amigos

Lo de llegar al bar de Furones, ya está conseguido. Estoy pensando en instalarme en Pueblica y, así, ahorrarme el paseo hasta allí.
El otro día me saludó muy efusivo el señorico que, el primer día de intentona me acompañó hasta el bar. Con la conversación comprendí que ya había hecho amistad con él y con alguno más que se encontraba por los alrededores,, pero que no se dio a conocer.
Hoy, al regresar, nos abordó un señor que, después de preguntarle el nombre, nos dijo que se llamaba Ismael. Pues bien, el señor Ismael vive en la casa que hace esquina y me sirve de referencia para, tras trastear con el bastón en la fachada, girar allí y encaminarme adecuadamente hacia la higuera, que es la siguiente referencia.
Como es de entender, voy dando sartenazos frecuentes que, en ocasiones, me llevan a, casi casi, meterme en su casa. Al ser ya varios días, el señor se ha dado a conocer hoy, diciendo que no le importa, pero me ha parecido entender por su tono que me lo consiente por mi circunstancia. El señor se ha sentido bien y yo también.
Creo que el próximo día, voy a echar al zurrón un choricico para compartir con él almuerzo y charla. Digo yo que el vinillo y algo de pan podrá ponerlos él.
Haciendo amigos, vaya…
Seguro que, al pasar todos los días por allí y dejarme ver por los mismos vecinos, estos ya han hablado de mí entre ellos y han llegado a alguna conclusión, lo noto por qué creo que ya tengo un traje nuevo que ellos me han cortado….
Haciendo amigos, vaya, vaya…

sábado, 4 de agosto de 2012

De dinero y santidad

Sentenció Carlina:
“De dinero y santidad
La mitad de la mitad.
Y, si lo dice un tratante,
La cuarta parte”.
Si me lo llega a decir ayer, cuando escribí sobre las declaraciones de Rajoy, anunciando que, hoy, con los datos que tenía, no entraba en sus intenciones la rebaja de las pensiones para el próximo año, no me habría puesto lujurioso.
Simplemente habría comprendido que cada vez que presto atención a lo que dicen estos personajes que nos mandan, cada vez que lo hago, pierdo el tiempo.
Los que no pierden el tiempo son los que le hacen coro en los medios afines al poder.
Por cierto que son cada vez más afectos al régimen.
Más me valdría dedicar mi tiempo a lo que debo: preparar el descenso del Sella, que es lo próximo.
El que avisa no es… tratante.

viernes, 3 de agosto de 2012

Aforismos, la lujuria

No sé si habrá sido la intervención del presidente Rajoy diciendo que con los datos que hoy tiene, no va a bajar las pensiones el próximo año. El caso es que me he puesto lujurioso.
Lo más probable a la vista de los últimos acontecimientos es que nos bajen las pensiones. No hace falta más que tirar de hemeroteca para comprobar que, tras un anuncio público de que no iba a ocurrir algo, esto va y sucede.
En fin, que me he puesto lujurioso. Este hombre despierta mis pasiones, me pone, vaya.
Para saber más, he recurrido a lo de siempre, la Wikipedia, ¿Qué os habíais pensado?
Pues bien:
Se le llama lujuria (del latín luxus: 'abundancia', 'exuberancia') a un deseo sexual desordenado e incontrolable. Para la Iglesia católica romana es un pecado capital, para el hinduismo es a su vez uno de los cinco males.

A lo largo de la historia, diversas religiones han condenado o desalentado en mayor o menor medida la lujuria.
Esto me ha aumentado las ganas desordenadas de, al menos, mandar a tomar por ahí al declarante, porque yo ya me doy por jodido. Por lo tanto, con la lujuria satisfecha.
Para que vosotros meditéis un poco en todo ello, os dejo unos cuantos aforismos y frases célebres.
Antes y para compartir cultureja y rentabilizar los megas que he consumido en la búsqueda os dejo aquí a quién podéis dirigiros:

] Dioses de la lujuria dioses en todas las culturas desde el principio de los tiempos.

Afrodita Mitología griega, diosa del amor, la lujuria, la belleza y la reproducción.
Anuket Mitología egipcia, diosa del Nilo, también diosa de la lujuria.
Dioniso Mitología griega, dios del vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis.
Eros Dios primordial de la mitología griega responsable de la atracción sexual, el amor y el coito, venerado también como un dios de la fertilidad.
Freyja Mitología nórdica, diosa del amor, la belleza y fertilidad. La gente la invocaba para obtener felicidad en el amor, asistir en los partos y para tener buenas estaciones.
Huitaca Mitología muisca, diosa de origen lunar, se oponia a las enseñanzas de Bochica y a causa de su hermosura, predicaba la desobediencia, las borracheras y los placeres carnales.
Kāmadeva Dios hindú del amor. Su nombre kāma significa ‘deseo sexual’ (según algunos monjes hindúes: ‘lujuria’, más peyorativo) y deva: ‘dios’. El conocido libro Kama Sutra (‘aforismos de Kāma’ o ‘máximas sobre el amor’) de Vātsyāyana está inspirado en este dios hindú.
Lilith Figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se la considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Abandonó el Edén por propia iniciativa y se instaló junto al Mar Rojo, uniéndose allí con Asmodeo, que sería su amante, y con otros demonios.
Pan Semidiós de los pastores y rebaños en la mitología griega. Dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada.
Tlazoltéotl Mitología mexica, diosa de la tierra, el sexo y la inmoralidad.
Venus Mitología romana, diosa relacionada con el amor, la belleza y la fertilidad.

¿La envidia, el odio, la lujuria…, todas esas pasiones han sido arrojadas del alma para que ésta no sea sino una pieza de hielo?
Henry Moore (1898-1986) Escultor británico.
Y, como la lujuria es una de las pasiones, todo lo dicho en general de las pasiones, se le puede aplicar a la lujuria.
Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?
Jacinto Benavente (1866-1954) Dramaturgo español.
Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes.
Bernard Le Bouvier de Fontenelle (1657-1757) Escritor francés.
Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que sólo le falta abrir la boca para caer en ella.
Lucio Anneo Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.
Con las pasiones uno no se aburre jamás; sin ellas, se idiotiza.
Stendhal (1783-1842) Escritor francés.
Hay pasiones que la prudencia enciende y que no existirían sin el riesgo que provocan.
Jules Amédée Barbey d'Aurevilly (1808-1889) Novelista y crítico francés.
El amor es el poder iniciador de la vida; la pasión posibilita su permanencia.
Anónimo Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.
Carl Gustav Jung (1875-1961) Psicólogo y psiquiatra suizo.
Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
Jean Jacques Rousseau (1712-1778) Filósofo francés.
Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas.
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.
Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón.
Gabriele d' Annunzio (1863-1938) Escritor italiano.

Bueno, ya más tranquilo, me voy a tomar un ron con limón, mientras escucho un poco de bossa nova del Jobim ese y miraré las estrellas de este cielo increíble que sólo soy capaz de ver en Friera.

miércoles, 1 de agosto de 2012

¡Qué lástima!

El otro día, cuando fuimos a visitar a Gaspar y familia, tuvimos una agradable charla-merienda.cena-tertulia en la que, no sé cómo, salió a relucir León Felipe, el zamorano de nacimiento que nació por casualidad en el pueblo zamorano de Tábara y murió en el exilio. Un apátrida universal.
Fueron los versos que recitaron Ana y Nines, los que espolearon mi curiosidad.
Como siempre la Wikipedia está a mano gracias a la wifi de José Luis, la información suficiente para dar satisfacción a mi incultura
se plantó ante mis oídos.
Después de indagar, me topé con los versos que, por si os interesan, os reproduzco aquí. Ya me diréis si os conmueven.
También los podéis escuchar en la voz de Héctor Alterio en la dirección:
http://www.youtube.com/watch?v=gzbjSgr5J80



¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

¡GRACIAS LEÓN, GRACIAS ANA, GRACIAS, NINES!