LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Fin de año: balance y propósitos.

Voy a hacer un ejercicio de auto evaluación, porque me da la gana, porque intuyo que voy a salir bastante bien parado.
Si no lo pensase así, lo más fácil es que me dedicase a criticar a alguien.
Lo primero es establecer las categorías.
Uno: La salud, porque sin salud, ya se sabe…
Dos: El amor.
Tres: El dinero.
Cuatro: La amistad.
Cinco: La familia.
Seis: Los logros personales.
Probablemente habrá alguna otra, pero ya se irá añadiendo si fuese necesario hacerlo.
RESULTADOS, CALIFICACIÓN Y PROPUESTAS DE MEJORA.
Uno: La salud.
Bien, gracias. No ha sido mal año. Podría decirse que no ha habido malas noticias nuevas, Nueve sobre diez. Cuidarme un poco más estaría bien. Dieta, ejercicio y hábitos saludables. Nada original.
Dos: El amor.
Año reposado, sin tormentas. Tiempo anticiclónico con algún chubasco de pequeña intensidad y corta duración. Estamos encajando la nueva situación de dos jubilatas juntos en casa. Nueve sobre diez. Debería cuidar más los detalles y moderarme en las expresiones de disgusto. Por lo demás, seguir enamorado será estupendo.
Tres: El dinero.
Lo digo muchas veces y ahora voy a escribirlo, pero que no se me entienda mal: no lo digo por fastidiar ni dar envidia. Todos los meses me sobra por lo menos un euro, lo cual es una bendición que espero que me siga llegando. Diez sobre diez. Gastarlo, sí esa es la propuesta, gastarlo. Gastarlo en las cosas que me hagan más fácil la vida, en ayudar. Ser generoso, desprendido.
Cuatro: La amistad.
Sigo manteniendo el trato con todos, Noto que me hace bien y que hago bien. En los tres frentes: mis amistades, las amistades de MARIBEL Y LAS CONJUNTAS SE respetan LOS LÍMITES AUNQUE, EN OCASIONES, SE MEZCLAN, PERO ESO NO INTERFIERE EN poder MANTENER LOS CONTACTOS POR SEPARADO. Diez sobre Diez. Retomar cada mes el listado de amigos y contactar con los que haga más tiempo que no se ha compartido nada.
Cinco: La familia.
Estoy muy satisfecho y contento con tener los hijos que tenemos y la relación con ellos me produce buen rollo.
Con la más cercana: madre, hermanos y hermanas y respectivos de ambos, bien como siempre, Los roces nuevos se han ido limando. Los antiguos, no han empeorado e incluso dan señales de mejoría. Es lo que debemos esperar porque es imposible que no se produzcan, pero no hay que tirar la toalla. Este año se ha ampliado por la parte del hermanito. Buen rollo y alegría para todos. Hemos tenido la baja de tía, pero nos ha consolado bastante el que era algo natural y que debía ocurrir. Otras
Buenas noticias han sido las frecuentes y agradables convivencias con los sobrinos de Maribel. Nueve y medio sobre diez. Potenciar En Maribel su don de ser elemento aglutinador de la familia.
Seis: Los logros personales.
Casi todo ha tenido que ver con la adaptación a la nnueva vida que me ha tocado. Aprender a escribir al tacto en el teclado del ordenador y a manejar el señor que me habla para decirme lo que se ve en la pantalla. Volver a manejar las aplicaciones del PC sin el uso del ratón. Aprender a manejar el teléfono. Adaptarme al uso del bastón, a caminar y sólo por la calle y usar el transporte público con autonomía. Leer de oído. Ver películas de oído. Aprender a leer y escribir con el método Braille a mano y a máquina y utilizarlo a diario para no olvidarlo. Animarme a viajar. Ponerme a aprender inglés. Hacer ejercicio prácticamente todos los días. Adelgazar veinte kilos. En resumen, no abandonarme a la melancolía y adoptar la actitud de asumir lo que hay y convertir las amenazas en oportunidades. Diez sobre diez. Superar las dificultades de la vida siendo consciente de que además de lo que tú mismo pongas, hay que dejarse ayudar, porque sin los demás no hay salvación.

RESUMIENDO:

Nota media del año: Nueve y medio. Sobresaliente.
Propuestas de mejora para 2012, el año del fin del mundo:
Cuidarme un poco más estaría bien. Dieta, ejercicio y hábitos saludables. Nada original.
Debería cuidar más los detalles y moderarme en las expresiones de disgusto. Por lo demás, seguir enamorado será estupendo.
Retomar cada mes el listado de amigos y contactar con los que haga más tiempo que no se ha compartido nada.
Ser generoso, desprendido.
Potenciar En Maribel su don de ser elemento aglutinador de la familia.
Hay que dejarse ayudar, porque sin los demás no hay salvación.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Resistiré...

Ya está. Han tardado na y menos que diría mi madre.
En el primer Consejo de Ministros han aprobado una serie de medidas para el control del déficit. Entre ellas, algunas de las anunciadas en el programa electoral y otras no anunciadas o, mejor dicho, de las que jamás tomarían.
Justificándolo en que el anterior gobierno había dado unos datos que no se corresponden con lo que va a ocurrir: un desfase del dos por ciento en la previsión de déficit para el año 2011.
Agárrate, van a subir los impuestos.
Sí, sí. Subir los impuestos, como lo oyes.
Te lo vuelvo a repetir: El gobierno del PP anuncia el acuerdo adoptado en su primer consejo de ministros que va a realizar una subida de impuestos.
Durante los años de oposición han criticado los impuestos aplicados por el anterior gobierno. No han aportado ni ideas, ni soluciones, ni apoyo.
Lo primero que hacen es subir los impuestos, sin pensar que yo les he votado precisamente por eso. Porque al no anunciar en su proyecto que lo harían, yo había pensado que…
Ahora caigo, que la culpa de mi decepción la tengo yo mismo por eso, por pensar.
Eso sí, dicen que será una medida transitoria. Y yo traduzco:
Menos mal que no hay mal que cien años dure.
, POR ESO, , CON MI MEJOR BUEN HUMOR, canto como el Wayoming:
resistire los años de gobierno del PP - YouTube

Díckens

Pedro es sensatez y sosiego. Noto sus esfuerzos por no dejar ningún resquicio al desaliento. Por ayudar.
Por apoyar.
Noto que está ahí. Noto su accesibilidad. Noto sus gestos constantes de mostrarse cercano pero sin molestar, con muchísimo respeto, con franqueza, con delicadeza.
Pedro es capaz de hablar y no parar y también de escuchar sin cesar o de conversar interactuando. Todo ello dosificándolo según convenga.
Pedro comparte lo que tiene, lo que otros han compartido con él. Comparte con otros lo que tú has compartido con él.
Esto crea una red invisible que une esfuerzos, que significa que perteneces, que estás integrado, que no estás sólo en tus afanes.
Pedro es mi tutor. Un tutor experto de adolescente. Un tutor que sugiere, que te pone de frente contigo mismo. Un tutor que aconseja, que abre puertas, que empuja suavemente en la dirección adecuada. Un tutor.
Pedro da pero también acepta. Mejor dicho da y acepta. Antes da que acepta, pero acepta. Es importante saber aceptar del otro. Tómalo como que sabe darte su aceptación.
Y al hacerlo así, te permite sentirte bien con tu propia generosidad.
Pedro es en persona lo que Díckens en perro. Mal comparado, pero es así
Guía.
Sosiego.
Presencia.
Afecto.
Discreción.
Generosidad.
Consuelo.
Confort.
Ayuda.
Esto desde hace ya un año.
Gracias, amigo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

DECÁLOGO (Consejos para dar a los hijos)

Se trata de algo conocido que anda dando vueltas por ahí. Pero desde hace vastante tiempo que lo descubrí, le he dado bueltas en mi cabeza, lo he incluido en mis anteriores webs y, a fuerza de estar en contacto con él, lo he hecho mío.
Me propongo ir comentando sus diez consejos y luego publicarlo aquí. Si consigo mi propósito ya os enteraréis. Si no lo consigo, también.
DECÁLOGO (Consejos para dar a los hijos)

1. ”Sé valiente aunque no lo seas o, por lo menos, aparenta serlo; nadie se dará cuenta de la diferencia.”

2. ”Ocúpate de cosas grandes pero diviértete con las pequeñas.”

3. ”Aprende a oír: las oportunidades llaman a veces con voz muy baja.”

4. ”No le quites la esperanza a nadie: puede ser lo único que tenga.”

5. ”Sé más amable de lo necesario.”

6. ”Conviértete en la persona más positiva y entusiasta que conozcas.”

7. ”Nunca cortes lo que pueda ser desatado.”

8. ”Lo que toques, déjalo siempre mejor, siquiera algo mejor, que lo encontraste.”

9. ” Cuida de tu reputación: es tu mayor capital”

10.”Vive siempre la vida como una exclamación y no como una explicación.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La Bottella ya llegó.

Confieso que puede que sean sólo prejuicios. Que baya eso por delante no sea que se me olvide decirlo después.
Acabo de oír un fragmento del discurso de toma de posesión de Ana Botella como alcaldesa de Madrid. Se me ha atragantado lo que estaba comiendo al escuchar i.e.: “ … en contra de lo que algunos han criticado, lo que se ha producido es producto de la expresión de la voluntad de los madrileños… “. Y bla, bla , bla.
Todo ello para hacer creer a no sé quien que aquellos que en las pasadas elecciones municipales metieron en la urna la papeleta del partido por el que se presentaba la señora Botella, lo hacían para que ella fuese alcaldesa de Madrid.
Estas justificaciones las dio en presencia de su esposo y su familia, incluido el yerno. También estaban varios ministros de los gobiernos de su marido y del actual gobierno de su partido.
El acompañamiento de esta noticia en el informativo del día eran las de los pormenores de la declaración del famoso sastre de Camps, el aplauso que recibieron el Rey y su hijo como muestra de apoyo por los dolores de cabeza que les está dando el que se haya sabido lo del yerno de Su Majestad, las maniobras de los del PSOE para ver quién se hace con los mandos, la metedura de pata de la ministra Mato al volver a emplear eso de la violencia en el ámbito familiar y las críticas al respecto de la exministra Pajín.
¡Válgame Dios! Este atracón después de las comilonas navideñas me ha dejado muy mal cuerpo.
No me ha quedado más remedio que poner en claro mis ideas y publicarlas por escrito para que no se me pudran dentro y me cuesten un disgusto las vomito aquí.
Uno: estoy seguro de que en LA LISTA DE CONCEJALES DEL PP hay bastantes personas con más preparación que la señora Botella.
Dos: que los votantes del PP en las últimas municipales tenían cada uno su idea, incluso alguno la de que ella fuese Alcaldesa, por lo menos ella misma.
Tres: Es un alarde excesivo de vasallaje la proliferación de es y ministros en la toma de posesión.
Cuatro: Que ya tiene gracia que S.M. y su hijo tengan los pobres que andar recibiendo muestras de solidaridad y apoyo de sus vasallos.
Porque con esas muestras y los diezmos, primicias y tributos y los réditos de un discursito en Navidad ya tienen para otra temporadita.
Cinco: Que ha tardado poco en salirle el cainismo al PSOE y que no sé para qué esas prisas. Que se aclaren primero sin armar ruido y que luego hagan lo que Almunia cuando palmó.
Seis: Hay que ver como somos que nos enfadamos porque haya dicho eso la señora Mato, si al fin y al cabo es lo mismo. ¿O no?. Diga lo que diga, ya sabemos lo que piensa y siempre es mejor que se les vea el plumero.
Siete: Creo que el testimonio mejor es el de la cajera de la tienda de los trajes que dijo algo así como: el señor Camps sólo se acercó a la caja con la mano extendida para saludar. Todavía tengo dudas de cual será la sentencia. De lo que no tengo dudas es que nunca llegaremos a saber toda la verdad.
Ocho: Me gustaría que se tirase de la manta en los asuntos que llevan el sello corrupción sea del signo que sean incluyendo los que pudiesen corresponder a los familiares de los PODEROSOS, SOBRE TODO AQUELLOS QUE HAN INVITADO A SU BODA AL BIGOTES.
Veremos si alguien, ahora que Garzón está fuera de combate, se atreve a tirar de ese hilillo. Nueve: Menos mal que en el discurso le oí temblar la voz y eso me apiadó y aplacó un poco los ácidos del estómago y me permitieron la lucidez suficiente para agarrarla por el cuello y verter un poco en mi vaso. Luego, al tragar y sentir alivio, pensé que yo también me daría a la Botella.
Diez: Estoy lleno de prejuicios. Uno de ellos es que siempre va a querer alguien interpretar el sentido de mi voto en su propio beneficio. Como han hecho los Diputados y Senadores en sesión conjunta de inicio de legislatura ovacionando largamente al Rey. O la señora Botella o los analistas de mi voluntad al votar al PSOE. Es que soy muy desconfiado, ¿Verdad?

martes, 27 de diciembre de 2011

Modo paciencia y mal humor, propio o ajeno.

Es relativamente frecuente que la gente discuta en el autobús, pero no me había pasado aún que la causa de la discusión fuese yo.
Al subir al 27, opté por colocarme cerca de la puerta de salida. Lo normal es que la gente, al ver que no ves, se adelante a tu solicitud de ayuda para encontrar un asiento vacío. En esta ocasión, no fue así y pedí que alguien me lo indicase.
De pronto, una señora con voz airada y a todo volumen grita algo así como qué bárbaro, no
Se dan cuenta de que es ciego, haber usted señora, está sentada en un asiento reservado para ellos, y usted, y usted también , continuó afeando a todos los que ocupaban las plazas reservadas, Mientras tanto me zarandeaba de un lado para el otro. Yo, un poco azarado, no pude abrir la boca más que para decir gracias, cuando con un suave empujoncillo me hizo sentar en mi sitio.
La señora, que debía venir caliente continuó increpando al personal y recibió varias contestaciones no menos desafortunadas y en tono parecido al suyo.
Hubo un fuego cruzado de despropósitos incluido el de una señora que alegaba ignorancia del significado de los símbolos que se encontraban en su asiento porque según dijo ella casi nunca cogía el autobús. Mi airada defensora le contestó en tono agrio que entonces era mejor que no lo cogiese nunca,
Yo, me vi obligado a intervenir diciendo que todos eran muy amables y que no era necesario continuar ninguna
Discusión.
Alguien dijo, refiriéndose a mi aguerrida madrina, que algunos eran demasiado amables.
La trifulca continuó tres o cuatro paradas más pero yo ya estaba en modo paciencia y un poco malhumorado.
El modo paciencia es un estado consciente al que otros menos finos que yo llaman modo pasar de todo.
A medida que el espeso silencio que se había apoderado del autobús se fue disolviendo en el traqueteo y el murmullo de las conversaciones, fui abandonando el modo paciencia y pasando al modo normal.

lunes, 26 de diciembre de 2011

El Señor Antonio.

Hace algo más de dos meses que lo conocimos y es ahora cuando me atrevo a publicar lo que, en su momento escribí sobre él.
Quizás porque he vuelto a hablar con él y he vuelto a degustar las buenas sensaciones que escucharle me produjeron.
En fin, allá va:
El señor Antonio tiene setenta y cinco años, eso confiesa. Pero juega a eso tan peligroso de pedirte que le eches años inmediatamente después de que tú le hayas preguntado por la edad.
Digo peligroso porque por el tono de voz que se le quedó cuando Maribel le clavó en el corazón un setenta y nueve que sonó a ochenta y dos, Me imagino la decepción que debió sufrir. No se le notó demasiado porque el señor Antonio tiene tablas en eso de rehuir conflictos. Habilidad que le debe venir de los muchos años que ejerció como administrador de fincas urbanas. Tuvo un despacho en la colonia de los taxistas, en un local propio, donde tenía una señorita que atendía los asuntos rutinarios y cogía los recados. Mientras él se podía ocupar de las fincas del centro y atender otras obligaciones y gestiones por el centro, y hacerlo más cómodamente desde el despacho que tenía alquilado junto a la clínica del Rosario, por las mismas fechas en las que pusieron la bomba en el paritorio y, como consecuencia de ello, se le rompieron los cristales de la ventana.
De la profesión también le queda cierta claridad y exactitud en sus relatos que se me hace muy agradable de escuchar. Así, aunque el contenido resulte trivial y tópico, se puede mantener la atención por recrearse en las formas.
EN CUALQUIER CASO, AUNQUE AÚN LE QUEDA UN ADMINISTRADO, YA HA DEJADO EL NEGOCIO Y LO HA HECHO CEDIÉNDOLE A UN COLEGA JÓVEN SU CARTERA DE CLIENTES. Antonio es locuaz, hablador, pero si es interrumpido, raramente insiste en su charla y espera pacientemente a que el interrumpidor concluya para, si es que se acuerda por donde iba, retome su relato sin inmutarse por haber sido contradicho o rebatido en sus ideas. Esto también es una cualidad que yo interpreto que corresponde a la actitud del que no necesita convencer porque está seguro de que tiene razón y de que es imposible convencer a nadie que jamás muestra duda sobre lo que opina. Yo no estoy de acuerdo con algunas de sus opiniones políticas, pero estoy de acuerdo con la forma en que las expone.
.
El señor Antonio hace casi siempre lo que le da la gana pero amablemente, sin molestar, casi sin que se le note; miente un poco sobre las reglas que se salta, pero si es descubierto, no lo niega y lo justifica con una pueril simpleza que resulta conmovedora.
Al bueno de Antonio se le olvidan las cosas, no recuerda a la primera si ya se ha tomado la pastilla de la tensión, pero sí, a la segunda y no se desespera por ello.
A su mujer, le oculta lo que a ella le puede intranquilizar, aunque como ya hemos dicho, su memoria le juega malas pasadas, porque no suele acordarse de las mentirijillas que ha soltado y cuando vuelve a relatar lo sucedido lo hace de forma distinta y se le ve el plumero.
El señor Antonio llama gatita a su mujer, y lo hace de forma muy cariñosa y protectora, pero que también suena a pedir perdón en lugar de pedir permiso. Me cae bien por eso.
Cuando habla de su suegra lo hace refiriéndose a ella como esa señora y se nota que le habla de usted,pero con distancia más que con respeto; creo que no le cae bien y que le fastidia un poco el que su mujer tenga que atenderla los meses y días que le toca en el reparto. Quizás sea porque el que haga eso, le impide acompañarle a él Seguro que este pensamiento mío es sólo una maldad mía, pero es que soy algo mal pensado. Seguro que, tanto el Sr. Antonio como yo mismo, nos arrepentiremos algún día de haber hablado así...
El señor Antonio está cascadillo: el corazón, los pulmones, la aorta, los ictus, el colesterol y demás achaques le tienen bastante limitado: la mínima cuesta o tramo de escaleras, le hacen jadear y pararse. Dice que se ha fumado lo que no está escrito de Lucky sin filtro. Y lo ha hecho encerrado en despachos sin ventilación, con lo que no ha parado de fumar alimentando así las posibilidades de que un cáncer de pulmón se apoderase de él. Y esta lotería sí le ha tocado, no como la otra, la de los décimos o cupones, o apuestas de primitiva. Esa no le ha tocado más que con algún reintegro. Aunque bien pensado lo del cáncer no sea más que otro reintegro. Este, el de la lotería, es el único vicio que aún confiesa. Aunque también es goloso: siempre, si hay posibilidad, pide un postre dulce y luego, después de comer, pide un café bombón hasta arriba de leche condensada y encima se pone un sobrecillo de azúcar, toma ya.

El señor Antonio tiene dos hijos y dos nietas: Alexia y Paula, que nació el 10 del 10 del 2010. Alexia le llama Abu y él le ha pedido permiso para que la pequeña Paula también pueda hacerlo. Más que nada para que se sienta importante y así se libre un poco de los celillos. Por la misma razón sólo le lleva regalos a la mayor; al fin y al cabo, la pequeña aún no se entera de nada.

Desde luego, se puede decir que la característica más destacable del señor Antonio es el pragmatismo. Si no va a ser útil, buena gana de pensar en ello.
Cuando nos despedimos en la acera del Paseo de Recoletos esquina con prim., le pedí que me pusiese a los pies de su distinguida esposa, a quien no tengo el gusto de conocer. Pero me imagino que es una de esas excepcionales mujeres que desempeñan una profesión, cuidan de sus mayores, atienden con amor a su marido enfermo, ayudan a criar a sus nietos y lo hacen todo con cariño y humanidad.
No, no la he visto, pero la creo conocer a través de los relatos del señor Antonio. Y estoy encantado de haberla conocido.
Aunque no creo que llegue a leer esto quisiera que nos perdonase a los dos. Al señor Antonio por hacer algunas travesuras y a mí por contarlas como bocachancla que soy.
Creo que si el Señor Antonio leyese esto, también me perdonaría la indiscreción.

domingo, 25 de diciembre de 2011

El Pensador vino a recibirnos en Vitoria. Dedicado a Bea. Luis y María.

Visitar las capitales de provincia en las que nunca antes hubiese estado es una de esas cosas que se te meten en la cabeza y, a fuerza de repetirlas en voz alta, se convierten en un compromiso. Contigo mismo.
Pues a ello nos hemos puesto. Conjugando que nos han regalado dos noches de hotel con motivo de la comida familiar para celebrar la jubilación de Maribel; que los compañeros de la DAT han organizado una escapada a La Selva de Iratí y que iba a hacer buen tiempo, Maribel lo ha ligado todo con el resultado de tres a cero a nuestro favor.
Antes de nada, debo confesar que siempre he tenido algo de prevención para hacer turismo en el País Vasco. Llámalo cobardía o ignorancia, pero así era. Así que el anuncio del abandono de la violencia que ha hecho ETA me ha venido al pelo para permitirme a mí mismo con mi misma mismidad, permitirme digo, disfrutar de ello.

Sin duda la climatología que se alió con nosotros fue el factor que adornó el viaje. Esto no quiere decir que haya sido lo más importante pero sí algo determinante, ya que la mayor parte del tiempo estuvimos en la calle, que es lo que mola cuando viajas.
Bilbao nos sorprendió a los dos. A Maribel porque su recuerdo era de hace bastante tiempo y a mí por los prejuicios que tenía y porque a ella le ha gustado mucho y ya sabéis que veo por sus ojos morenos.
El paseo por la ría junto al Guggenheim, el txiquiteo por el casco viejo, el acento vasco del personal hablando por la calle en castellano del mismo Bilbao, la subida en funicular y la Vista desde el monte Archanda fueron los principales alicientes de la breve visita que se completó en lo gastronómico con un marmittaco de reglamento regado con rioja y en lo lúdico-recreativo, con una sesión de SPA , incluida en el regalo de la noche de hotel . No os digo como acabó la velada…
Vitoria es uno de esos sitios que conocía por los Telediarios. El palacio de Ajuria Enea en el que entran o salen políticos, el mítico anillo verde que no llegamos a ver y el buen nivel de vida eran mis prejuicios sobre esta ciudad. Pero lo que me encontré allí fue realmente sorprendente:
El Pensador de Rodin, Si señor, El Pensador de Rodin. Resulta que por esos azares de la vida y sin haberlo planeado, nos topamos de narices con una exposición itinerante al aire libre de unas cuantas obras del mismísimo. Yo que creía que con el PENSADOR ME IBA A OCURRIR LO QUE CON EL METRO PATRÓN, CUANDO EL METRO PATRÓN ERA LA DISTANCIA QUE SEPARAVA DOS MARCAS HECHAS EN UNA BARRA DE PLATINO-IRIDIO QUE SE CONSERVAVA EN EL MUSEO DE PESAS Y MEDIDAS DE pparís.Pero que cuando intenté ir a verlo, resulta que no lo pude encontrar, quizás porque entonces el metro ya no era lo que yo había estudiado, ni siquiera la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre. PERO NO, El PENSADOR SÍ, EL PENSADOR SÍ EXISTE, QUE YO LO HE VISTO CON LOS OJOS DEMaribel en la plaza de la Virgen Blanca de Vitoria.
Conste que el acontecimiento fue celebrado por todo lo alto en la terraza que, sobre la PLAZA DEL ayuntamiento, tiene el bar La Unión. a lo grande con esas joyas de la mini gastronomía popular que son los pintxos. riquísimos por cierto en ese bar.
El buen rato que estuvimos allí nos permitió, entre otras cosas, darnos cuenta de que el ritmo al que se vive en una pequeña capital de provincia, no tiene nada que ver con el que se lleva en una ciudad mayor, ganando por goleada ese estilo de vida pueblerino y burguesote que se paladea en Vitoria.


El valle del Roncal nos acogió con el mismo buen tiempo que los días anteriores. El alojamiento lo hicimos en la casa rural Tetxe en el mismo pueblo del Roncal. Como llegamos con antelación, nos acomodamos y salimos a reconocer los alrededores y compramos un licorcillo de manzana que dicen elaborar por allí y que resultó resultón. El trío de amigos llegó, vio y cenó lo que nos ofreció la casera... En el reparto de habitaciones no hubo duda: las chicas con las chicas y Luis a sus anchas. Los dos días siguientes consistieron en un conjunto agradabilísimo de actividades. Charlar, pasear charlando, comer charlando, descansar charlando, tomar algo charlando, visitar el castillo de Olite charlando… …
Todo ello en diferentes agrupamientos: cinco a la vez, dos y tres, tres y dos, cuatro y uno en el servicio, dos y dos y uno , esto último en la habitación por la noche. Bea, María y Luis son buenos compañeros de escapadas. Por eso fue tan grato compartir con ellos estos días y lo será en el futuro, seguro.
Cosas para recordar:
La suave caricia del sol en la cara sentados en un banco frente al Museo, con la ría a la espalda y la música de un artista de calle ambientando el correteo de los niños a los que el aitá reprendía suavemente en un castellano salpicado de euskera.
El eco de los pasos en las calles del casco viejo de Bilbao sin sentir ninguna inquietud con el pensamiento puesto en probar el chacolí por primera vez.
La esperanzada y breve espera del marmitako para comprobar que no nos habíamos equivocado al elegir.
La grata semisoledad del funicular con evocadores sonidos de otros tiempos vividos o vistos en el cine.
Lo placentero del ahua calentita, del baño de vapor y de las burbujitas envasadas con el remate de los dulces pinchitos de frutas regados con una infusión humeante.
La amabilidad de aquella señora que en Vitoria nos indicó hasta asegurarse de que íbamos a encontrar la Oficina de Turismo y la no menor del señor que nos orientó divinamente para encontrar dónde comer buenos pintxos.

La atención que tuvo con nosotros el promotor de la exposición de obras de Rodin.
El roce de la alfombra de otoño en el paseo por Iratí y el tacto áspero de las hojas de higuera.
La, para mí, a pemas imperceptible oscuridad del túnel de la Hoz de Lumbier.
La buena comida de aquel restaurante de Olite al que llegamos por indicación de una pareja de autóctonos.
El rato de charla al aire libre en la terraza del bar dónde aquel señor dijo que ya no parecía aquello el Pirineo porque a esas alturas del mes de noviembre no era normal poder estar en la terraza de un bar en la calle.
La tierna candidez de María cuando le hice grabar su voz en mi móvil como prueba de que ella era depositaria del décimo que habíamos comprado entre los cinco para compartir suerte.
La solicitud de todos hacia mí que me hace sentir con ánimo de compartir experiencias como la de este viaje.
De momento, me apunto en la agenda las que me quedan pendientes: Palencia, Ciudad Real y Melilla. No creo que Maribel sea capaz de enlazar las tres de una sola tacada pero esperemos a ver que pasa.
Por si acaso se nos acaban las ideas, voy a ir apuntando otras posibilidades de completar colecciones inacabadas:
De las islas españolas me faltan por visitar Menorca, El Hierro, La Palma y Fuerteventura.
De los países mediterráneos del norte, los de los Balcanes, Grecia y Turquía, que bien podrían caer en un crucerito.
El sol de medianoche y la isla de la familia amiga de los Boada podrían enlazarse para otra ocasión….
En fin, ya veremos….

viernes, 23 de diciembre de 2011

Quieres ayudar, ¿ verdad? Capítulo Uno.

Dirigir a un ciego que lleba bastón. - ¿Quieres ayudar?- Sí. - Eso está muy, muy bien. ¡ Gracias, muchas gracias. - Pues allá van unas recomendaciones. Lo primero que debes saber cuando veas un ciego en apuros porque se le nota que va despistado o que no encuentra su camino es que, muy probablemente, esté además de un poco perdido, algo nervioso. Por lo tanto no le abordes bruscamente. Hazlo dirigiéndote a él sin voces y, si piensas que te conoce, identifícate. Aunque si no le conoces, no estaría de más que le dijeses algo así como: Buenas, ¿le puedo ayudar en Algo? Es posible que esto sea suficiente porque él te hará saber lo que necesita. Es lo mejor y lo primero que debes hacer. Pregunta y ya te dirán. Sobre todo no le dirijas con empujoncitos o tirando de él hacia cualquier lado. Esto “descoloca” y sirve para ponerle más nervioso aún. Ni mucho menos intentar guiarle la mano del bastón con la tuya. Date cuenta de que es algo parecido a ir de copiloto en un coche y orientar al conductor haciendo girar tú mismo el volante hacia el lado al que hay que dirigirse. Cuando alguien hace esto conmigo, tengo la sensación de quedarme suspendido a un metro del suelo. Si te encuentras a distancia y tienes que advertirle o encaminarle, hazlo con orientaciones espaciales lo más precisas de que seas capaz y referidas a la posición y dirección en la que él se encuentre. Por Ejemplo: sigue de frente y al final de la pared gira a tu derecha. Si ves que se encuentra en riesgo porque se ha salido de la acera o se va a meter en un lío, etc. Adviérteselo claramente y dirígele o acércate a ayudarle. Cuando vayas a acompañarle guiándole, es mejor que le ofrezcas tu brazo o tu hombro, el sabrá como hacer. Ten especial cuidado con los obstáculos que pueda haber a la altura de su cabeza y ve siempre un poco por delante. Si fueseis una hora seríais las once y cinco. Tú las once y el las y cinco. No es difícil, ¿Verdad? Pues lo dicho: ¡ Gracias!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Lino ya ha dejado de fumar.

Lino, o Señor Lino, como yo le llamaba, en realidad no era un hombre “normal”. Al decir esto, me refiero a que su vida no había sido una vida convencional. Yo conocí al señor Aquilino Cid, que así se llamaba, porque coincidía con él a la sombra de los soportales de la Ermita. Él llegaba hasta allí arrastrando pausadamente sus pies y su bastón por la empinada cuesta y recorría todas las mañanas los escasos cincuenta metros que separaban su casa, la última del pueblo, del recinto de la pradera de la romería y yo procuraba hacer un alto en ese lugar para descansar y refrescarme antes de seguir el diario paseio en bici, que había quedado institucionalizado durante casi todas las mañanas del veraneo en el pueblo. Debieron ser cinco o seis veranos en los que se repetía el mismo ritual: Él me preguntaba al verme llegar que de dónde venía. Tras responderle, él se encargaba de todo. Solían ser unas charlas de cerca de una hora que me producían gran placer, aunque como no se acordaba de mí, al año siguiente repetía algunos episodios. El que más veces me contó fue el del acalde de cierto pueblo que le dejó a deber un dinero que él intentó cobrar en varias ocasiones y que terminó cobrándose en las carnes de la señora esposa del señor alcalde, sin que este comprendiera el porqué de aquel último embarazo de su mujer a los cuarenta y siete años.
Lino se dedicó durante bastante tiempo a recorrer los pueblos de la comarca vendiendo de todo lo que podía interesar por allí. Por eso conocía a mucha gente y sabía de muchos chismes que le contaban y que él mantenía en su memoria, pero nunca había contribuido a aventarlos y aún ahora sólo contaba los que tenían que ver con él mismo. Antes de comerciar por los pueblos, estuvo en Argentina de donde volvió con las manos vacías y una cojera de la que nunca dijo la causa. Después de volver de Argentina, estuvo un tiempo en Cataluña persiguiendo maquis, hasta que se hartó del ejército y se embarcó como tripulante en un mercante de esos que no paran de dar vueltas al mundo.
Lino no se casó nunca pero sin alardear, contaba que creía tener unos diez o doce hijos e hijas repartidos por, al menos, tres continentes.
El señor Lino me ofrecía siempre un cigarrillo que yo rechazaba amablemente. Siempre menos el último verano que fue el quien me pidió uno. Al decirle que no tenía, me pidió que le hiciese el favor de comprarle un paquete y que se lo guardase para darle un cigarrillo cada día. Me explicó que su sobrina, con la que vivía y que era viuda, se había juntado con un viudo que se había empeñado en que no debía fumar y había repartido instrucciones al respecto por todo el pueblo, incluidos el estanco y el bar., para que nadie le suministrase sus ducados. Así lo hice y cada día, sin que él lo pidiese, yo le ofrecía y el cogía dos diciendo: este p´a luego. El no hacía más que repetir: parece mentira que a los noventa y cuatro años un mocoso de sesenta y seis te quiera quitar de fumar porque él tiene miedo de no llegar a mi edad.
Al verano siguiente, ya no encontré a Lino y cuando pregunté por él, me dijeron que ya no salía de casa, que el invierno pasado le había dado un “itus” y que estaba “vegetal” .
Creo que se me escaparon dos lágrimas cuando tiré al contenedor el paquete de Ducados que llevaba preparado para el señor Lino.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Maribel se jubiló con júbilo.

Hace casi tres meses desde que Maribel se ha jubilado y ya es hora de publicar esto a los cuatro vientos del ciberespacio. Sobre todo porque si no lo hago, puedo reventar de orgullo.
Tengo la enorme necesidad de hacer justicia a Maribel haciendo balance de todo lo que ha hecho durante los casi cuarenta años de trabajo en la educación, para luego proclamarlo a los cuatro vientos a modo de sentido homenaje.
No pretendo hacer un currículum profesional, aunque puede que sea lo que me salga.
Se puede decir con objetividad que ha hecho mucho y bien durante todo el desempeño de su oficio. Que es admirable por la manera de hacerlo que no ha sido otra que la manera de los humildes, los abnegados, los esforzados y los comprometidos.
La generosidad en el esfuerzo, la constancia en el compromiso con ilusión y amor propio, han sido las notas características de su desempeño profesional.
No sólo ha sido una excelente Maestra; también ha desempeñado con tesón y poco reconocimiento para sus méritos, como Jefa de estudios y ha coordinado con entusiasmo numerosos proyectos de innovación; ha sido coordinadora de tecnologías de la información y comunicación, Responsable de la Biblioteca, tutora de prácticas de estudiantes de Magisterio, ha promovido y realizado variadas actividades extraescolares y no sé cuantas cosas más. Comprometiéndose hasta el fondo con todo .
Da gusto pasear junto a ella por la calle y comprobar como casi no hay día en que algún antiguo alumno o padre o madre no se dirijan a ella dando muestras de agradecimiento y reconocimiento. Por algo será.
Las veces que ha sido necesario, se ha enfrentado con quien haya hecho falta para defender al débil, al tratado injustamente, a costa, en ocasiones de salir con algún “arañazo”.
Siempre ha sabido cual era su obligación y la ha cumplido con creces en el trabajo y en la vida. Porque no debemos olvidar que Maribel es una de esas “Superwoman” capaces de atender a todos sus compromisos, que no han sido pocos: criar y educar a sus hijos. Atender heroicamente a sus padres, a su marido. Y al mismo tiempo superar un cáncer.
Sin que todo ello le haya restado fuerzas para entregarse a su oficio ni perder la jovialidad y la frescura de una eterna entusiasta de la vida que ha hecho y hace las delicias de los que tenemos la enorme suerte de compartir su inmensa entrega en todo lo que hace.
Si la hubieseis visto, como yo, encima de un andamio, cavando la tierra, acarreando sacos de cemento o de patatas o de cereal.
Si supieseis, como yo, que voluntariamente ha ido a cuidar de enfermos de SIDA, que ha sacado de campamento a enfermos psiquiátricos, que siempre querría hacer más por los que lo necesitan.
Si os dieseis de verdad cuenta de lo que vale y hace, no la dejaríais marchar de vuestro lado, querríais raptarla y tenerla siempre con vosotros.
Lo que ocurre es que la envidiáis como yo la envidio .
Menos mal que lo que hace lo regala, porque sería imposible pagarlo si lo cobrase.
Maribel. Te amo no solo por como eres conmigo.
Te amo también por como eres con los demás.
Te amo y te envidio.
Te amo.
Al final, como siempre que hablo de Maribel, me sale una declaración de amor.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El señor sí mira.

Tras varios días de infructuosos intentos, por fin conseguí hacerme en mi cabeza con la estación de cercanías de la Puerta del Sol.
Gozoso, me coloco en el andén repleto de gente para esperar el tren con destino a Alcobendas. La megafonía anuncia la llegada del convoy con destino a Tres Cantos. Como no es el mío, reculo y tropiezo con alguien que en perfecto español de Ecuador me dice que si busco asiento.
Sorprendido porque no esperaba que allí hubiese alguien, dije que no, que gracias,
Pero insistió otra voz junto a la primera pero más infantil. Señor, mire le he tomado.
No entendí, pero la primera voz me aclaró todo.
El niño me había tomado una foto con su móvil.
Lo traía del médico y de arreglar unos papeles de la residencia y por eso no estaba en el colegio a pesar de ser día de clase y hora de estar en ella, en un colegio de Sanse.
Además. Daniel, no molestes más, no te das cuenta que el señor no mira bien.
Disculpe, selñor ¿hasta donde va?
Voy a Alcobendas-San Sebastián.
Ah, pues nosotros también, siéntese que quedan aún quince minutos para la hora.
Muchas gracias. ¿Qué edad tienes Daniel?
Ocho señor, Mire acá, le he tomado.
Daniel, que el señor no mira.¿¿ ¿ Quiere que cuando llegue el tren, le ayude a subir ?
Pues sí, por favor.
Ya instalados en el asiento del vagón me entero de que a Daniel le regalaron el celular porque es muy buen estudiante, no como sus cuatro hermanos mayores, que solo piensan en pasarla bien.
Señor, ¿quiere que le ayude a salir?
Sí, nuy amable.
Bueno, ya está en la calle, ¿dónde va?
Voy hacia…
Ah pues le podemos acompañar hasta…
Bueno, señor, aquí tiene el cruce que me indicó, no le podemos acompañar más porque he de comprar el zumo para el padre del niño.
Muchísimas gracias señora. Adiós Daniel .
Al alejarse oí decir a Daniel :
Mami el señor sí mira. Lleva los ojos abiertos.
Me ha gustado sentirme mestizo.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Julio el de Santa Cruz de los Cuérragos.

Julio Alonso es natural de Santa Cruz de los Cuérragos. Está orgulloso de su pueblo y como quiere que prospere se ha empadronado allí; más que nada por “hacer pueblo” y que la Diputación aporte fondos para sacarlo del abandono en que se encuentra. Julio regresó de “Las Vascongadas” cuando se jubiló y pese a tener su piso en Zamora capital, pasa desde marzo hasta noviembre en su casa del pueblo. Eso sí, cada mes tiene que ir a revisarse lo del sintrón porque tiene la sangre “recia” y así aprovecha también para hacer la compra de lo necesario ya que los suministros no llegan con frecuencia. El panadero sí les visita una vez por semana y el pan no les falta. Julio sale a pasear todos los días y se para con todo el que encuentra y le regala con su locuacidad. Él sabe que el que se empadronen los viejos no hace pueblo, pero los jóvenes no se quedan en el pueblo ya que la vida no es fácil allí. Aunque el la prefiere a la de la capital: “al fin y al cabo, haces lo mismo, pasear y hacer los recados por la mañana y luego meterte en casa y ver la televisión.” Como dice Nieves, otra de los once empadronados, ay que aprovechar en verano, cuando hay gente por la calle, y hablar con alguien, que luego sales y no encuentras un alma. También cuenta que “esa casa salió por diez millones, aparte del terreno y la piedra, que fueron otros seis”. ,. En su pueblo han aprovechado lo que les da Patrimonio para arreglar la calle. Patrimonio les paga porque sus terrenos comunales tienen restricciones de uso, pero es “una miseria” lo que reporta al pueblo. Los jóvenes no se quedan porque la explotación agrícola del terreno es muy costosa y poco rentable debido a que se hace necesario vallar los cultivos para defenderlos de los jabalíes y los ciervos que tanto abundan por la zona. Cuando preguntamos a Julio por el camino que nos puede llevar al puente sobre el arroyo Infiernos, nos explica el bueno de Julio que no conviene que vayamos allí a esta hora porque hace falta casi una hora para bajar hasta allí y luego hay que volver y ya no nos queda luz suficiente. Pero nos indica que si queremos dar un paseíto, nos podemos llegar hasta un majestuoso castaño “milenario” según él que se encuentra cerquita. Según Fernando, el que atendía el bar de la casa rural el castaño ronda los quinientos años, que no está nada mal. Esta casa es de “un médico de Valladolid y también han arreglado otras casas forasteros hasta de Canarias” .Creo que Julio Alonso sabe que los seres vivos más longevos son precisamente esas especies que se quedan pegadas al terreno en que nacieron y allí esperan , se alimentan con lo que les da la tierra , se reproducen, aceptan y acogen a las visitas que les llegan y les proporcionan, hospitalarios, sus frutos, su sombra y su cobijo, y se dejan abrazar y admirar. Y Julio hace lo mismo de marzo a noviembre. Y cuando cesan las visitas estivales y el tiempo lo permite “porque no hay niebla” , Julio se conforma con divisar ver desde su pueblo La Carballeda, Sanabria y la raya de Portugal, sabiendo que si se queda allí es muy posible que disfrute, igual que el castaño, de una larga vida llena de paz. Igual que lo hacen, sin duda, los que descansan en el curioso cementerio, incluidas las dieciocho almas que poblaban las seis casas del lugar en mil ochocientos cuarenta y pico. Eso es lo que dice uno de los varios carteles informativos que amenizan el paseo a los visitantes que han tenido la fortuna de llegar hasta allí. Y que si lo hacen el día y hora adecuados, podrán conocer a ese panadero que, a pesar de no ser negocio, continúa haciendo pueblo una vez por semana y sube hasta aquí y trae consigo el pan de cada día de las gentes del lugar. Al marcharme, después de la visita, me quedo con la sensación de que, si vuelvo allí dentro de quinientos años, me encontraré de nuevo con Julio, Nieves, Fernando, el canario y, si es el día adecuado, podré comprar pan.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Yo no hice fotos cuando estuve en Marrakech, por eso no las cuelgo aquí.

Del uno al cinco de diciembre de dos mil once.
Día uno:
Viaje a Marrakech.
Los viajes siempre suponen salir de la rutina. Con la incertidumbre que genera la falta de rutina.
Este viaje no iba a ser menos.
Antes de nada, tengo que recordar la necesidad de saber claramente cuál es el procedimiento para solicitar la asistencia al llegar al aeropuerto.
Mi experiencia con las compañías low cost no es grande, pero ya cuento con un pequeño repertorio de anécdotas, al que incluyo la de hoy.
Tras pasar el cheking de seguridad y encontrar la puerta de embarque con tiempo suficiente, dispuestos a esperar pacientemente, como no puede ser de otra manera, me sorprende un aviso por la megafonía que advertía la necesidad de la compañía para nuestro vuelo de que aquellos pasajeros que voluntariamente, y debido al exceso de equipaje de mano que había, dse ofreciesen para facturar el suyo, a cambio, se les daba preferencia en el embarque, o como luego me enteré que se decía, en el speed boarding, o algo así.

No le hice caso porque ya me parecía suficiente incertidumbre la que llevo cuando salgo de mis rutinas, como para , voluntariamente, aumentarla.
Mira por donde, a Maribel, que prudente, se había puesto en cola con su maleta y la mía, y me había dejado cómodamente aparcado en los asientos de la sala de espera, se entera del ofrecimiento y bien por parecerle atractivo, o por su predisposición a colaborar, me pregunta qué me parece. Se ve que no acierto al declinar el ofrecimiento y tras volvérmelo a preguntar, yo, débil como soy, no lo medito y me apresto a consentir.
Nos acercamos al mostrador de embarque y aceptamos la proposición.
El jóven que nos atiende, muy amablemente,me dice: Ah, es usted el ciego, pues muy bien entrará el último, y las maletas las llevarán ustedes hasta la puerta del avióon para que luego nosotros las llevemos a la bodega…
Conseguido: más incertidumbre y un poco de malhumor.
Para remediarlo aplicando eso de convertir las amenazas en oportunidades, me dedico a escribirlo y mientras lo hago pienso que debo sacar alguna enseñanza del incidente. Cuál podría ser?
Creo que pensar bien las cosas antes que asentir sin pensar y, luego sufrir las consecuencias y, además, echarle la culpa a Maribel. Eso no quita que ande preocupado por cómo se nos darán los trámites con las autoridades marroquíes sin destreza en idiomas y teniendo que rellenar papeles y encima encontrar las maletas facturadas.

Por cierto, me ha hecho ilusión utilizar el portatilillo para escribir esto y entretenerme en el avión.
Se me ha pasado el tiempo “volando” porque casi sin enterarme nos hemos plantado cerquita del destino. Lo sé porque Maribel me anuncia que se ve el Atlas nevado hacia el sureste.
La llegada a destino, los trámites y la recuperación de las maletas nosupusieron más que satisfacciones .
Nos recibieron unsssssssssssss sol y una Matalia radiantes y deliciosamente acogedores.Cerramos la mañana con la comida en familia y con una sorpresa en forma de vino marroquí. Antes de hoy hubiera jurado que en Marruecos no se elaboraba vino, mira tú.
La tarde se nos fue en patear la Medina y sus zocos que, rebosantes de gente y mercancías, nos ofrecieron además de una sensación de anacrónico olor a palomitas de maíz, un reconfortante te a la menta, en la plaza de las especies.
Tuve un momento de desilusión porque no olía a lo que me imaginé que debía de oler, pero me confoormé con los olores que pudieron ofrecerme las caballerías , los tubos de escape de las motillos que pululan por doquier, más allá de lo razonable.
En la cena, en un coqueto y bien atendido restaurante que creo recordar que se llama Le jardin de Gueliz, tuvimos el primer contacto con la cocina marroquí gracias a una pastela au mer que me apreté de entrada, antes de un entrecot con guarnición y una Mouse de chocolat noir bastante contundente. Pues no necesité echar mano del almax por la noche.
La pastela es como una empanada de masa de hojaldre muy suabe y crujiente que envuelve una especie de sofrito de lo que se trate en cada ocasión. En este caso de calamares muy especiados y sabrosos.
Si no llega a ser por el vino el menú de noche nos hubiese salido por unos trece euros por cabeza, dque teniendo en cuenta el local, la calidad y el servicio podríamos decir que está tirao.

Día dos:

Les jardins de Majorelle están justo al lado de la casa de Natalia y Javi. Otros dirán que es la casa la que está al lado de los jardines pero, qué más da!
Esta tontunez la digo para poner de manifiesto lo relativo de las percepciones y lo subjetivo de las valoraciones: para mí es más importante la casa que los jardines. Por lo tanto comenzaré con la casa.
Es un luminoso dúplex en una urbanización residencial con piscina y jardín central que resulta bastante confortable porque está dotada del calor de Natalia. He decidido que, mientras alguien autorizado para ello no lo haga, yo la bautizo como c´a Natalie.
Los jardines de Majorelle me han recordado el Huerrto del cura de Elche. Se trata de un pequeño botánico-arboreto agradable de pasear.
Bastante más que el paseo. Gymkhana-aventura que nos marcamos my wife and me por la jungla de motillos en busca del arca perdida y jamás encontrada. Lo que sí encontramos fue una terracita donde nos sirvieron unos zumoss de orange et bananne que por dos euros en total yncluyendo propina no obligatoria, nos quitaron las penas de golpe antes de probar el cuscús en un sitio que no es de cuscús pero que lo ofrece bueno, bonito y barato incluso fuera de hora, porque sirve comidas en cualquier momento del día. Se llama Kech Mara, o algo así como Marrakech pero al revés.
La tarde nos permitió descubrir la tan nombrada puesta de sol delsde una terraza sobre la plaza, una de las plazas más concurridas de África y del mundo, Djemaa el Fna , mentras tomamos contacto con los pastelillos morunos acompañados de té a la menta, cantos llamando a la oración desde todas las mezquitas y el inmenso bullicio estructural del lugar.

Ya en casa, por la noche, larga charla y descanso reparador.
Día trex:
Después del arreglo de una pequeña avería en las tuberías del agua de c´a Natalie, nos fuimos a comer con la pareja jóven a la Medina. Me resultó curioso el ofrecimiento, aceptado por Javi tras consultarlo con Natalia, de lavar el coche en la calle. Después comentó Javier que cuando hace esto, suele pagarlo con veinte dirhams, que vienen a ser algo menos de dos euros. Pues bien, comimos en la azotea de un local parecido a un pub que se encuentra en una plaza de la zona del melah con talleres dedicados a la forja artesanal. Pasamos algo de frío pero contentos porque resultaba agradable el lugar y la compañía. Así de contentos nos dedicamos a la visita monumental que se limitó a dos lugares: el palacio el wadí, curioso por sus naranjos y estanques y las tumbas sadies, también curiosísimas por la rica decoración que esiben y por la historia de haber permanecido ocultas durante siglos y devueltas a la vista de todos a principios del siglo veinte.
La tarde nos trajo la noticia de que en la liga española de fútbol las cosas continuaban igual de reñidas, cosa de mucho interés para los marroquíes que son forofos del fútbol español como Alá manda. En el camino nos cruzamos con un comercio y su comerciante que dse dedican a las hierbas y perfumes y cosmética en general; pues bien, desplegó con nosotros todo su arsenal de recursos y muestrario, incluyendo algguna confidencial y sugerente indicación semisecreta al oído que cantaba las excelencias de un brebaje para snifar con propiedades supuestamente afrodisíacas que prometían una larga y placentera noche de amor.Lo que sí nos trajo la noche fue la llegada de los catalanes de Lleida, Zamora y Salamanca con los que nos fuimos a cenar para celebrar el cupleaños de Maribel. Lo hicimos en el, según Javi, mejor restaurante de Marrakech, Le Chat qui rie. Allí cayó la tercera marca de vino marroquí y otra de las especialidades gastronómicas locales: el cordero cocinado durante siete horas.

Día cuatro:
Natalia nos había programado una excursión para visitar, a los pies del Atlas, un valle con encanto en el que han preparado un circuito de aventuras que incluye una tirolina sobre un barranco profundo que salva unos ochocientos metros de longitud. Nadie de nuestro grupo se animóo a ello. A lo que sí nos animamos fue a apretarnos un Tallin o algo así, con el que completé mi colección de comidas típicas del lugar.
En el camino, nos detuvimos en un pueblo para visitar lo que el guía-conductor que llevábamos dijo ser una cooperativa de trabajo de muferes. Allí nos recibieron con una pequeña representación de lo que es la producción manual del aceite de arrgán y sus deribados cosméticos y alimentarios. Les compramos, claro, y les dejamos ver nuestra solidaridad de europeos ricos dejándoles propina por su teatrillo y por hacerse fotos con nosotros. Me sentí guiri total pero no lo manifesté porque todos se encontraban con otra sensación. Debe ser algo parecido a lo que sienten algunos paleticos de Finlandia cuando los pasean en burro por Mijas y les dejan pensar que es el medio de transporte habitual en la actualidad.
El regreso lo hicimos por otro camino para ver otros lugares, pero fuimos a parar e nuevo al café francés para compartir con los catalanes la puesta de sol desde su terraza, la llamada a la oración en estéreo y la transformación del paisaje nocturno de la plaza que es patrimonio intangible de la humanidad según la UNESCO.
Terminamos el día adentrándonos por la selva del zoco para completar la compra de regalitos. Pudimos disfrutar del roce y de la gracia de los comerciantes que saben lo imprescindible de idiomas para decirle a cada uno lo que le puede resultar gracioso. Así lo hizo un birriosillo jovencito que al pasar junto a mí va y me suelta algo así como: “Si tú quieres, yo Nacho Vidal”. O los vendedores de los puestos de comida que tenían todos un cuento parecido: “Hola, yo no molesta como otros. Yo sólo digo que comida mía mejor y más barato que Ryan air y que si tú no contenta, devuelvo dinero como Corte Inglés. Si tu no come hoy y vuelve mañana, acuerda de mí que soy como Imanol Arias más fóven-.
Creo que esas cosas, junto a las llamadas a la oración, será lo que más recuerde de la ciudad. Pero de todo el viaje, sin dudarlo, será el excelente trato recibido por parte de Natalia y jjabi. Gracias sobrinos.
Día cinco:
Maletas, trámites y en Algete con la cabeza bullendo y el corazón ensanchado.

Miguel Ángel.