LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

miércoles, 30 de octubre de 2013

En menos de cien palabras. Ciencia vs creencia

No soy nada menos que un hombre. Pero nada más que un descendiente de una bacteria. Y además, pariente cercano de una rata. Por más que quiera disimular, no me sirve de nada- lo llevo escrito en el ADN. Esta es la idea principal que saqué ayer de la primera clase de Biología. Como es natural, llegué hundido y me desplomé en el sofá. Me llené el vaso hasta arriba y lo apuré de un trago. La resaca me dura un día después de darme cuenta de que eso de "el rey de la creación" se referirá a otro.

lunes, 21 de octubre de 2013

En menos de cien palabras. Mal tiempo.

Hacía mal tiempo. Los cristales empañados no dejaban ver la puerta del restaurante. Tocó el hierro en el bolsillo y sintió un escalofrío que le hizo ponerse el pasamontañas. El conductor le dio un codazo. De dos zancadas se colocó frente al tipo de la gabardina. Con decisión, vació el cargador a quemarropa. Mirando de reojo, regresó al coche con paso firme. Se bajó la ventanilla y la ráfaga le abatió sin que pudiese llegar a oír el insulto. En la calle desierta yacían dos cuerpos sobre charcos de agua y sangre. Chirriaron las ruedas. Continuaba el mal tiempo.

lunes, 14 de octubre de 2013

En menos de cien palabras. ¿Te ha pasado a tí?

Tuve mucho coraje. Apreté los dientes al darme cuenta de la situación. Reprimí las lágrimas que se empeñaban en salir a borbotones. Tomé una firme decisión. Planeé los detalles minuciosamente porque no quería cargar con las consecuencias. Llevé a cabo el plan con precisión, sin mirar atrás y sin importarme nada. Lo único importante era mi intestino. Disculpe señor, siéntese aquí, si quiere, que yo me bajo en seguida. Justo décimas de segundo antes de que parase el metro en la estación. Puerta abierta y en el andén a salvo de aquel olor. Y sin retortijones. Y sin remordimientos.

viernes, 4 de octubre de 2013

En menos de cien palabras. Érase una vez (Antinatural)

Érase una vez una mamá de ojillos chispeantes que vigilaba con temor los inseguros pasos de su hijito paralítico. Acompañó, con ternura, a su hijo al altar. Más tarde, ilusionada, al bautizo de su primer hijo. Con angustia y entereza, lo veló en las interminables noches de la lenta recuperación de su larga enfermedad. Años después, con sacrificio y paciencia, volvió a acogerlo en su casa, tras el doloroso divorcio. Y, ahora, con la mirada perdida por primera vez en su larga vida, echa un puñado de tierra húmeda de lágrimas sobre el ataúd de su hijito.