Rebuscando para recuperar el Rolex falso que se me cayó al tirar los plásticos en el contenedor del vidrio (los demás estaban rebosando, como siempre), me encontre un papel arrugado en el que se podía leer lo que sigue (a pesar de no nombrarte, creo que va dirigido a ti):
"A mí, que soy un tibio egoista (mea culpa), sólo se me ocurre pedirte: Venga mujer, déjalo ya que me haces cosquillas en la conciencia desde hace días y eso me fastidia un poco. Como mucho, vas a conseguir mí hipócrita solidaridad y tú igual te mueres y ya está. Pero tú, tu familia, y tu pueblo os merecéis que esta no sea tu última batalla porque seguiréis jodidos aunque dejen de interesar los fosfatos, porque: (puedes escoger varias opciones o añadir otras escusas)
- Será que Dios lo quiere así.
- El Rey de Marruecos (¡Qué bueno es ser rey!) así lo quiere.
- El Gobierno de España (País Vasco, Cataluña, Perejil, Ceuta y Melilla...) nada en aguas revueltas queriendo guardar la ropa en lugar seco y seguro y la oposición piensa: ¡Mira, qué suerte!, otra chinita en zapato(ero) ajeno.
- Los medios de comunicación, como siempre, arriman el ascua a su sardina y tratan el tema en clave de política doméstica.
- Los organismos internacionales (Batiburrillo de intereses locales bajo tutela de los poderosos) tienen "problemas más importantes" que resolver.
Mira, creo que lo mejor para mí sería que alguien cometiese un atentado (sin víctimas entre mis allegados) en tu nombre y así yo podría odiaros a todos.
Atentamente."
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