viernes, 24 de abril de 2015
En menos de cien palabras: Escucha activa.
Se tenía por un tipo culto e interesante. Acudió a la cita bien arreglado y con aquel fastidioso pañuelo naranja en el bolsillo de la chaqueta.
Si esto seguía adelante, esta sería la última concesión.
Ella le vio primero. No se había colocado la diadema naranja.
Le preguntó por una calle de los alrededores.
Él, sin prestarle atención, le mintió diciéndole que no conocía la calle. Por no entretenerse, claro.
Su tiempo, su vida eran bastante más importantes que esa muchacha.
Ella buscaba una persona que quisiese escuchar. Se había llevado ya suficientes chascos.
Él no pudo hacerle más concesiones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario