Me da un poco de yuyu, pero tenemos que hacerlo. El testamento digo. Pero tengo pereza y lo voy dejando.
Me pasa con otras cosas, lo de la pereza, y también lo voy dejando correr. En fin, mientras tanto voy a ir adelantando y dejaré, por escrito, aquí, las que, de momento, son mis actuales últimas voluntades.
A mi muerte deseo que:
Mis temores se quemen conmigo y que Maribel arroje las cenizas en la cascada que ella sabe.
Mi soberbia permanezca intacta en la cajita en que la han ido poniendo mis fracasos.
Mi avaricia se reparta entre los pobres de verdad, a partes iguales. Como son muchos tocarán a poca.
Mi ...
Me está entrando el yuyu (¿vergüenza?)otra vez, seguiré otro día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡¡¡¡UNA LIMOSNITA, POR EL AMOR DE DIOS!!!!!
ResponderEliminarMi marido dice que no seas rácano con la limosnita.
ResponderEliminar