LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El señor sí mira.

Tras varios días de infructuosos intentos, por fin conseguí hacerme en mi cabeza con la estación de cercanías de la Puerta del Sol.
Gozoso, me coloco en el andén repleto de gente para esperar el tren con destino a Alcobendas. La megafonía anuncia la llegada del convoy con destino a Tres Cantos. Como no es el mío, reculo y tropiezo con alguien que en perfecto español de Ecuador me dice que si busco asiento.
Sorprendido porque no esperaba que allí hubiese alguien, dije que no, que gracias,
Pero insistió otra voz junto a la primera pero más infantil. Señor, mire le he tomado.
No entendí, pero la primera voz me aclaró todo.
El niño me había tomado una foto con su móvil.
Lo traía del médico y de arreglar unos papeles de la residencia y por eso no estaba en el colegio a pesar de ser día de clase y hora de estar en ella, en un colegio de Sanse.
Además. Daniel, no molestes más, no te das cuenta que el señor no mira bien.
Disculpe, selñor ¿hasta donde va?
Voy a Alcobendas-San Sebastián.
Ah, pues nosotros también, siéntese que quedan aún quince minutos para la hora.
Muchas gracias. ¿Qué edad tienes Daniel?
Ocho señor, Mire acá, le he tomado.
Daniel, que el señor no mira.¿¿ ¿ Quiere que cuando llegue el tren, le ayude a subir ?
Pues sí, por favor.
Ya instalados en el asiento del vagón me entero de que a Daniel le regalaron el celular porque es muy buen estudiante, no como sus cuatro hermanos mayores, que solo piensan en pasarla bien.
Señor, ¿quiere que le ayude a salir?
Sí, nuy amable.
Bueno, ya está en la calle, ¿dónde va?
Voy hacia…
Ah pues le podemos acompañar hasta…
Bueno, señor, aquí tiene el cruce que me indicó, no le podemos acompañar más porque he de comprar el zumo para el padre del niño.
Muchísimas gracias señora. Adiós Daniel .
Al alejarse oí decir a Daniel :
Mami el señor sí mira. Lleva los ojos abiertos.
Me ha gustado sentirme mestizo.

1 comentario:

  1. Claro que mira el señor, un séptimo sentido quizá, le lleva a dirigir la mirada a su o sus interlocutores. No dejes de mirar y sonreir como lo requiere la conversación.

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