LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Voluntarios de la Botella.

No se le ha ocurrido mejor cosa nunca a nadie. Ha tenido que ser usted, señora Botella.
No era fácil, no. Es necesario tener mucha formación, mucha imaginación, mucha inteligencia, muchas ganas de servicio, mucho salero, mucho desparpajo, mucha autoridad moral, mucho de casi todo lo que hay que tener para llegar a expresar tan bien esa magnífica, brillante y salvadora idea.
Eso o mucha cara dura. Que no creo que sea el caso.
Como la idea del voluntariado para la candidatura de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos y para la visita del Papa constituyeron un éxito absoluto de público, que no así de crítica, la mía al menos.
Como las urnas han querido que así fuese.
Como Nuestro Señor Mariano lo ha permitido, o se ha resignado, que, para ek caso es lo mismo.
Como tiene la autoridad que le otorga el cargo que ocupa.
Como le ha dado la gana y se ha quedado tan ancha.
Como han confluido estas y otras muchas razones, me siento concernido por el llamamiento al voluntariado que a efectuado como flamante alcaldesa de Madrid, como Excelentísima señora Ana Botella. Apelando a la buena voluntad de los ciudadanos del municipio de su regiduría, ha lanzado la petición de que cada cual aporte lo que pueda en trabajo voluntario para el mantenimiento de los polideportivos municipales, por ejemplo.
Y, a mí, que debo ser, por lo menos, tan listo como usted, me ha dado por aportar lo que mejor se hacer: mear. Porque yo soy de esos que cada vez que MEA, se le ocurre una idea.
En esta ocasión han sido dos, a saber:
Una. Que usted, señora Botella colabore voluntariamente a combatir la crisis no cobrando ni un duro de los de antes ni de los de ahora por lo que sea que haga en el Ayuntamiento. Dos. Que el tiempo que le quede libre, aunque sea poco, lo dedique voluntariamente a atender a aquellas personas que lo necesiten en función de su grado de dependencia.
Además que convenza de hacer lo mismo a aquellas personas que le puedan oír en su entorno familiar, social o laboral.
Comprendería que le pareciese una impertinencia esta ocurrencia mía, pero si lo piensa bien, sería la misma, en todo caso, que la suya. ¿O no?

Para no tener que rectificar más adelante, lo voy a hacer ahora:
Retiro mear.
Debí haber dicho hace pipí
Deberán ustedes leer: yo creo que soy, como ella, de los que cada vez que hacen pipí, se lees ocurre una idea.
Queda rectificado por mi parte. .
Me he tomado esta libertad de opinar porque, como usted, señora Botella, me preocupa que la gente no sepa a que dedicar sus esfuerzos. Siento ser tan vulgar pero es que me fastidia que me toquen las varices.
Lo siento.

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