LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

martes, 17 de abril de 2012

Beneficio moral.

No sé si os pasa a vosotros también, me imagino que sí. Que no soy al único que le ocurren estas cosas.
Lo que me sucede es que cuando me paro a pensar en determinadas personas, me entran ganas de hacer cosas malas. Son esas personas que te hacen ser peor de lo que eres y que te ponen en situación de ser mala persona. Como dice el amigo José Manuel, son personas que te causan daño moral.
Me ha venido la luz leyendo un libro de Ramoneda que otro día os comentaré. En este libro dice que el mayor mal que se puede hacer es el del abuso de poder y que, si este es continuado, pues se convierte en irreparable.
Otro día os comentaré el libro.
Pues bien, cuando pienso en estas personas, me entra por los adentros un no sé qué, que ¿qué sé yo?
Vamos que me entran ganas de eso que yo llamo “ganas de matar”, de defenderme atacando. Ganas de ser mala persona. Ganas de vengarme, causando más daño que el que me causan.
Afortunadamente soy cobarde y todo se queda en un desahogo verbal semiclandestino y ya está. Digo afortunadamente porque las consecuencias de satisfacer las “ganas de matar” sí que serían malas, pero para mí mismo.
Afortunadamente también, no son demasiadas las personas que me producen este efecto y las pocas que sí, no están en mi entorno más inmediato.
Haciendo un ejercicio de autocontrol (por reprimir lo de las ganas), me he dedicado a pensar en las personas que conozco que no me producen ese efecto maligno. Y ha ocurrido algo extraordinario, fijaos:
Llevo dos noches despertándome pensando en alguien que me produce felicidad. Alguien que en los últimos tiempos no lo está pasando muy bien. No puedo nombrarlos porque se está preparando una fiesta en su honor y no es cosa de destaparla aquí.
Pero tengo que contarlo que no me deja gratamente, dormir.
Lejos de producirme malestar por impedirme dormir, lo que me dan es alegría y ganas de hacer cosas buenas, como por ejemplo escribir esto para agradecerles eso: que sean. Que sean lo que son y como son.
Nada más. Que a mí y a mi familia, nos producen ganas de ser buenas personas y de agradecerles que sean un bien para nosotros.
¿Se puede decir de alguien algo mejor QUE ESTO?
Y si se lo dices a la cara y delante de testigos debe ser eso que se llama reconocimiento.
“Es una alegría y un gustazo, para mi familia y para mí, ponernos a pensar en vosotros. Porque sólo se nos ocurren cosas buenas y siempre nos habéis causado un beneficio moral consistente en querer ser mejores personas, haciendo cosas buenas por los demás.
Así que hemos venido aquí a daros las gracias y a compartir este sentimiento con vosotros y con los vuestros.
También os queremos pedir que disfrutéis de vosotros mismos y, si queréis hacernos otro favor más, hacedlo juntos y siempre.”

Ya está.
Parece que me está entrando sueño. Me vuelvo a la cama a seguir soñando con los angelitos.

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