LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

miércoles, 25 de abril de 2012

Cocinando a tientas: Pasta tirada con verduras y hortalizas.

Esta es una receta que viene muy bien para evitar la carne y para hacer un plato sano y con aporte de vitaminas e hidratos de carbono.
Lo del nombre viene a cuento de que es barato y se hace casi todo en tiras. ¿Qué habíais pensado?
Vamos a necesitar pocos ingredientes y ninguno de ellos va a ser extraordinario.
A saber:
Pasta en tiras largas de esa que cada fabricante llama como le parece. Hay una que venden en Mercadona y que son tiras de color verdoso que sale muy buena.
Verduras y hortalizas. Cebolla, pimiento rojo o verde, calabacín, zanahoria, champiñones en láminas, tomate… incluso calabaza.
Aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.
Preparación:
Se cuece la pasta según las indicaciones del fabricante o la experiencia del cocinero.
Para cocineros sin experiencia o con experiencias negativas, se sugiere lo siguiente:
Método universal para cocer 100 gramos de pasta seca

Necesitarás:
Una cacerola con capacidad de 2 litros en adelante.
Un escurridor para pasta, sirve de metal o de plástico.
Una cuchara de madera para remover.
Un tenedor o cuchara para probar la pasta.
Tenedor o accesorio para sacar la pasta del escurridor al plato.
Plato o platos. Mejor hondo.

Pasta para cocinar. br />Sal. Normal o yodada, como quieras. Mejor sal fina que gorda o en roca.
Agua. Sirve del grifo.
* Pon como mínimo 1 litro de agua en una cacerola grande. Se suele poner 2 litros y hacerla en una cacerola mediana. Si echas 1 litro de agua en una cacerola muy grande no llegará ni a cubrir la pasta, así que puedes medir la cantidad de agua según el alto de la cacerola. Que se llene al menos a las 3/4 partes de su capacidad.
* Ten en cuenta que la pasta cuando se cuece, crece, así que no uses una olla o cacerola muy pequeña.
* Enciende el fuego al máximo y deja que hierva el agua. Usa un quemador, fuego o vitrocerámica del tamaño del fondo de la cacerola. Ponerla en uno mucho más grande no va a hacer que el agua hierva antes.
* Echa 1 cucharadita de sal al agua según comience a hervir. Si la echas antes puede soltar cierto olor extraño que podría afectar al olor de la pasta. Si echas la sal después de la pasta puede que no le dé tiempo a disolverse bien en el agua. La sal potencia el sabor de la pasta y ayuda a mantener su forma.
* Deja pasar unos segundos y añade la pasta. Remueve inmediatamente para que no se pegue entre sí.
* Cuando añades la pasta el agua puede enfriarse ligeramente, así que mantén el hervor a fuego máximo hasta que rompa a hervir con fuerza de nuevo.
* Baja el fuego al medio-alto. No lo dejes al mínimo. Es mejor que se cueza con el fuego bastante alto para que siga hirviendo.
* Si echas la pasta antes de que hierva bien, o la cueces a una temperatura que no mantenga el hervor, la pasta absorberá demasiada agua y se quedará blanda.
* No cubras la cacerola una vez echada la pasta, pero si lo haces baja el fuego para que siga hirviendo pero no se salga el agua. Con la tapa puesta se condensa mucho más el calor. Quita la tapa de vez en cuando para remover para que no se pegue la pasta. Cocinar la pasta con la tapa puesta no acelera la cocción.
* Vigila la pasta y comprueba el punto de cocción un par de veces. Lee el envase para ver cuánto tiempo recomiendan para que quede “al dente”.
Los minutos que indican son los que deben pasar desde que echas la pasta al agua hirviendo hasta que la retiras al escurridor.
* Si cuando pruebes la pasta aún no está hecha, pruébala cada 30 segundos para evitar que se pase. Ayúdate con un tenedor o cuchara. Saca una pieza del agua, sopla para no quemarte y pruébala.
* La pasta debe cocinarse “al dente“, que significa que la pasta debe estar tierna pero con un puntito firme. No dejes que la pasta se ponga demasiado blanda. El tiempo que tarda en quedar “al dente” depende de los ingredientes de la pasta, de su forma y su grosor.
* Ten el colador a mano en el fregadero para sacar la pasta antes de que ésta termine de cocerse. Cuando la pasta esté hecha, quítala del fuego inmediatamente (apaga el fuego y usa un par de trapos si fuese necesario para coger las asas de la cacerola).
* Saca la pasta lo más rápido posible (ten cuidado de no salpicarte, es agua hirviendo) porque seguirá cociéndose en el agua caliente. Agita ligeramente el escurridor para pasta pero no la dejes escurrir y secar completamente. Así no se pegará entre sí y mantendrá mejor su forma.
Como vamos a acompañar la pasta con hortalizas, habrá que hacerlas o, si no las tienes, puedes encargarle a la vecina que, de paso que va al supermercado a, haga el favor de traerte uno de los precocinados esos de verduras salteadas y luego te tiras el farol de que lo has hecho tú todo.
Si no lo haces así, tendrás que hacer algo parecido a lo siguiente:
Limpiamos y Lavamos bien las verduras y hortalizas.
Cortamos a continuación la cebolla, el pimiento y la zanahoria, en tiras de un ancho parecido al de la pasta. Y las ponemos a sofreír en la sartén a fuego no muy alto.
Mientras se van haciendo, cortaremos las otras verduras, que al tardar menos en hacerse, añadiremos más tarde a la sartén. Cuando estén más o menos a nuestro gusto de cocción corregimos el punto de sal y ya está.
Solo falta servir y añadir pimienta al gusto.
Parece muy sencillo. Y lo es. Pero el resultado está muy rico.
A mí como más me gusta es con la pasta al dente, las hortalizas poco echas y con un regustillo marcado de pimienta. Si se acompaña de un verdejo de Rueda, pues divino.
En mi casa se toma como plato único porque servimos una ración abundante.
Espero que hoy me quede buena, porque he invitado a Isa a que venga a comer, para que luego me regale los oídos con eso de ¡Papito lindo!

1 comentario:

  1. Sigue practicando y así podré retirarme, de la cocina,...

    ResponderEliminar