LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

martes, 3 de enero de 2012

Buena gente que camina:

Acabo de leer “Mala gente que camina” de Benjamín Prado. Lo he leído por ser fiel a esa fe ciega que le tengo al cariño que me tienes, Pedro. Por encargo mío me hiciste unas recomendaciones de lecturas que estoy siguiendo al pie de la letra. El resultado actual es un pleno al tres, porque ya he leído tres de los cuatro y he disfrutado con todos ellos.
Pero con este de la mala gente he ido un paso más allá y me han entrado ganas de volver a leer a Machado y a escuchar a Serrat y ha sido un baño de nostalgia melancólica que me ha emborrachado dos días seguidos.
Te reproduzco aquí abajo el poema que sirve para dar título a la novela de Benjamín Prado que me ha servido para recordar aquella fantasía que vi cumplida cuando, por fin, visité la sepultura de Antonio Machado en Colliure y pude comprobar que efectivamente estaba allí. Lo que me permitió rendirle homenaje.
Bendita idea la de hacer aquel viaje junto contigo, Pedro, porque ahora puedo cerrar un círculo de amistad devolviéndote parte del gozo que me has proporcionado con tu compañía a lo largo de la vida desde aquellos tiempos en los que venías a despertarme por las mañanas a mi casa para, luego, ir caminando juntos hasta Pablo Montesinos. Tú para estudiar y yo para acompañarte, fumando por el camino.
Gracias por todo, Amigo.
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,

y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra…

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.


Por tu memoria, por la memoria, por la historia.Otra vez, gracias.
Miguel Ángel.

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