No percibo si entra luz,
Pero noto que es de día,
Me lo dice tu inquietud
Sosegada y conocida.
Aprieto mi cuerpo al tuyo.
Siento calor en mi vientre.
Permanezco quieto y mudo,
Para que no te despiertes.
Es así como amanezco.
Luego, ruidos conocidos
me confirman la hora exacta
y el porqué de mi desvelo.
Eso me hace recordar:
Que aunque sea diferente,
de nada sirve llorar.
Todo lo puedo lograr,
Siendo tenaz y paciente.
Has dormido suficiente,
No te hagas el remolón,
Constante e impertinente,
Ruge modorro el avión.
El día parece largo.
Pero la vida es muy corta.
Llegará el tiempo amargo,
Aprovecha el rato ahora.
Martillea monótona
La ducha de mi vecino.
Poca suerte, suerte poca,
El trabajjo es su destino.
Eso me hace recordar:
Que aunque sea diferente,
de nada sirve llorar.
Todo lo puedo lograr,
Siendo tenaz y paciente.
Has dormido suficiente,
No te hagas el remolón,
Constante e impertinente,
Ruge modorro el avión.
No distingo ya la hora
Del reloj fosforescente.
Me la susurra un señor
con tono intransigente.
Eso me hace recordar:
Que aunque sea diferente,
de nada sirve llorar.
Todo lo puedo lograr,
Siendo tenaz y paciente.
Has dormido suficiente,
No te hagas el remolón,
Constante e impertinente,
Ruge modorro el avión.
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...Y mientras yo sigo dormida, sin oir ni un solo ruido.
ResponderEliminarEn contra del pensamiento habitual, esto es lo peor de lo mejor.
ResponderEliminarSe suele llorar de noche pero "que pereza perder el sueño", de mañana recien despierto hace uno los planes del día, daría pereza la lágrima; y si de todas formas fluye, pues que fluya, solo hay que reciclarlo.