LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

viernes, 13 de enero de 2012

El decálogo. Consejos para dar a los hijos 2: ”Ocúpate de cosas grandes pero diviértete con las pequeñas.”

Este consejo viene a decir que no es necesario tener distracciones necesariamente caras, ni exóticas, ni sofisticadas. Que la sencillez de una cosa no está reñida con sus posibilidades de disfrute.
Las diversiones sencillas pueden ser compartidas por más personas. Suelen ser más baratas y asequibles. Se pueden hacer casi en cualquier sitio y en cualquier momento. Son viables para hacer en familia.
Las mejores cosas de la vida son gratis: pasear, charlar, respirar el aire puro, hacer planes...

Estar vivo es tener algún proyecto.
¿Ves? No tienes excusa. Que nada te detenga para recrearte anímica e intelectualmente. Administra tu tiempo para que te regales horas libres y momentos agradables. Cultiva tu mente y tu vida emocional lo más que puedas.

Y tú ¿qué te propones a ti mismo?

Lo de ocuparse en cosas grandes quiere decir, para mí, que creo que cualquier ocupación, léase trabajo para los que somos de clase trabajadora, es digna y por lo tanto grande. Nada tiene más grandeza que la dignidad. La dignidad de hacer las cosas Bien, con amor y dedicación.
Por lo tanto, la grandeza de las cosas en las que nos ocupamos no está en el tipo de ocupación si no en la dignidad con que las hacemos.
A vosotros, hijos míos, que como a vuestros padres os ha dado por elegir profesiones que tienen que ver con el servicio público: docencia y medicina, os tengo que pedir que lo hagáis pensando que son cosas grandes en las que ocuparse y que penséis siempre que son aquellas personas a las que os dedicáis las destinatarias de vuestro esfuerzo. Ellas no son directamente quienes os pagan, lo hace la sociedad. Pero es con el trabajo que hacéis con ellas con quien tenéis que devolver dignamente el salario.
Si pudieseis conseguir que vuestras ocupaciones fuesen también diversiones, estaría bien. Pero ojo, esto no quiere decir que sólo tengáis esas diversiones, porque recordad que las mejores serán las que podáis compartir con la familia, con los amigos, con las personas a las que améis. Y éstas no están siempre en el trabajo.
Os dejo aquí unas cuantas frases relacionadas con la dignidad para que las meditéis:

“La libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y lo ame.”Bakunin

“En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.” Mohandas Mahatma Gandhi

“La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos.” Aristóteles

“Nada nos proporciona dignidad tan respetable, ni independencia tan importante como el no gastar más de lo que ganamos.” Séneca

El alfarero que repite un cacharro porque piensa que no le ha salido del todo bien, y disfruta con ello es el hombre más feliz del mundo. Pero si lo hace al mismo tiempo que enseña el oficio a su nieto, en ese momento, serán las dos personas más felices del mundo. Miguel Ángel Palomo.

Para Isabel, El Maestro. (Patxi Andión)

Con el alma en una nube
y el cuerpo como un lamento,
Viene el problema del pueblo,
viene el maestro.
El cura cree que es ateo,
El alcalde, comunista
Y el cabo jefe de puesto
Piensa que es un anarquista.
Le deben treinta y seis meses
Del cacareado aumento
Y él piensa que no es tan malo
Enseñar toreando un sueldo.
En el casino del pueblo
Nunca le dieron asiento
Por no andar politiqueando
Ni ser portavoz de cuentos.
Las buenas gentes del pueblo
Han escrito al “Menistrerio”
Y dicen que no está claro
Como piensa este maestro.
Dicen que lee con los niños
Lo que escribió un tal Machado
Que anduvo por estos pagos
Antes de ser exilado.
Les habla de lo innombrable
Y de otras cosas peores.
Les lee libros de versos
Y no les pone orejones.
Al explicar cualquier guerra
Siempre se muestra remiso
Por explicar claramente
Quien venció y fue vencido.
Nunca fue amigo de fiestas,
Ni asiste a las reuniones
de las damas postulantes,
Esposas de los patrones.
Por estas y otras razones,
Al fin triunfó el buen criterio
Y al terminar el invierno,
Le relevaron del puesto.
Y ahora las buenas gentes
Tienen tranquilo el sueño
Porque han librado a sus hijos
Del peligro de un maestro.
Con el alma en una nube
Y el cuerpo como un lamento
Se marcha el padre del pueblo.
Se marcha el maestro.
.

Para José Ángel. Texto del Juramento Hipocrático pasado por mi censura.
"Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higea y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente ombligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia.

Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa.

Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más.

Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis facultades y a mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos a terceros, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios abortivos, si eso no es para su bien.

Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla.

En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o esclavos.

Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos.

Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria.".

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