LA VIDA SIN PRISA. TIC-TAC. TIC-TAC...

La vida es un tic-tac que se puede llenar con una redonda, o con dos blancas, o con cuatro... Todo estará bien siempre que sea con algo que merezca la pena y ... sin prisa.

miércoles, 11 de enero de 2012

El mundo amarillo.

No, no voy a hablar sobre los chinos, sobre todo porque ellos son muchos. Demasiados para hablar de cada uno de ellos.
Muchos más de veintitrés, que son los amarillos que me corresponderán a mí para toda la vida.
Desde luego que para entender este arranque es necesario haber leído antes el libro de Albert Espinosa que se titula así: “El mundo amarillo: si crees en los sueños, ellos se crearán”.
Porque no tengo intención de destriparos el contenido, voy a jugar un poco al despiste y a tratar de picaros la curiosidad.
Lo que sí os voy a contar de este libro, cuya existencia desconocía hasta hace un mes, es:
Que ya lo he leído.
Y lo he hecho porque Eva lo estaba leyendo y comentó que estaba muy bien.
Maribel comentó que ya había leído algo de ese Espinosa y no estaba mal.
Maribel también lo ha leído.
Después lo ha comprado para regalárselo a su hermano Ángel.
El otro día, cuando comíamos Maribel y yo, con Pilar, Paloma y Agustín, comenté que creía que Agustín y yo, además de haber dormido juntos, o precisamente por eso, era muy probable que fuésemos amarillos mutuos.
El otro día se lo pasé a Cari en mp3, sugiriéndole que lo escuchase con Jose en la cama. Y me comentó que lo haría.
Y ahí no queda la cosa porque me ha llegado un sms de Agustín en el que me comenta que los Reyes le han traído el libro de marras.
Mucho boca a boca y demasiado comentario, ¿no os parece?
¿A que no os estáis enterando de nada? O, lo que es peor, estáis pensando que es una comedia de enredo con sexo incluido, por lo de haberme acostado con Agustín, digo.
A los que tenéis unos añitos os sonará mi relato a la cabecera de aquella serie que se llamaba en español Los Róperr, o algo así.
Y en la que había un personaje llamado Róbin
Será mejor que lo leáis. Y luego, si alguno cree que puede ser amarillo mío, pues que me lo comente (ja, ja, ja, otro comentario).
¿No os pica la curiosidad?
Por si aún no os he animado a pasar un ratillo con Albert, si queréis os presto el libro. En el podréis leer cosas como esta:
“Yo siempre he creído que el mundo amarillo es el mundo en el que realmente estamos. El mundo que nos muestran las películas, el del cine, es un mundo creado por tópicos que no son verdad, y acabamos pensando que el mundo es así. Te enseñan cómo es el amor, y luego te enamoras y no es como en las películas. Te enseñan cómo es el sexo, luego tienes sexo y tampoco se parece al de las películas. Hasta te enseñan cómo son las rupturas de las parejas. Cuántas veces la gente ha quedado con su pareja en un bar y ha emulado una ruptura de cine. Y no funciona, no funciona porque lo que en el celuloide se despacha en cinco minutos, luego a ti te lleva seis horas y al final no rompes sino que te comprometes a casarte o a tener un hijo.”
Pues, siguen saliéndome las cuentas: Esto parece una comedia de enredo con sexo incluido, pero heterosexual, claro.
¿No será este uno de esos libros de autoayuda escritos por uno de esos que venden consejos, pero que ellos no se aplican?
Si no os gustan los libros de autoayuda, no os preocupéis, este no lo es. Pero no descartes que te pueda ayudar en algo. Por lo menos en pensar sobre ti y tu vida.
A mí me ha pasado.
Si lo leéis y no os gusta, echadle la culpa a Eva. A la Eva que tiene la culpa de todos los males de la humanidad, la que pecó e hizo pecar.
No os contaré mucho más de él que lo que dice esta sucinta Reseña del propio autor: El mundo amarillo es un mundo fantástico que quiero compartir contigo. Es el mundo de los descubrimientos que hice durante los diez años que estuve enfermo de cáncer. Es curioso, pero la fuerza, la vitalidad y los hallazgos que haces cuando estás enfermo sirven también cuando estás bien, en el día a día.
A lo que yo añado que, como en esta vida hay para todos, pues seguro que en un momento u otro nos llegará la ocasión de aplicarnos el cuento, por culpa de Eva, claro. Ella fue la que nos trajo el sufrimiento, el sudor y el madrugar.

1 comentario:

  1. Hola MAPOZO, estoy taan intrigada y me he puesto tan nerviosa que necesito que me prestes ya el libro, además si me ciompras uno de bolsillo para regalar a una vecina que tiene cancer y está empezando la lucha pues te lo agradecería; que te lo pienso pagar eh?.
    Gracias MAPOZO.

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